Después de varios operativos durante la noche del jueves último, tres patovicas fueron detenidos ayer sospechados del crimen de Beimar Mammani, el joven boliviano asesinado a golpes en el boliche Fantástico Bailable, mientras que dos policías fueron indagados por el delito de presunto encubrimiento, ya que se sospecha que podrían haber estado presentes durante la agresión y no habrían intervenido.

Las detenciones de los patovicas se concretaron tras una serie de procedimientos realizados en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires en las últimas horas del jueves. Los tres prestarían declaración indagatoria el próximo lunes, mientras que se avanza con las diligencias para arrestar a los otros dos integrantes del personal de seguridad involucrados en los hechos ocurridos en la madrugada del sábado 11 de este mes.

Se cree que los detenidos serán sometidos a una rueda de presos para determinar si alguno de ellos es reconocido como el atacante del joven de 24 años. En tanto, también detuvieron a dos policías de la seccional novena, ubicada en Corrientes y Billinghurst, que habrían prestado seguridad en el local la noche del asesinato. Tras ser indagados por el delito de “encubrimiento”, los efectivos fueron excarcelados. Según el padre del joven asesinado, Timoteo Mammani, “varios testigos aseguraron que los policías estaban dentro de la disco y no hicieron nada cuando le pegaron a Beimar”, en Fantástico Bailable, sobre la avenida Rivadavia al 3100, en Capital Federal.

A pedido de la Fiscalía de Pompeya, la jueza de instrucción porteña Fabiana Palmaghini había dictado el martes pasado siete órdenes de captura, cinco de los cuales serían patovicas de la empresa Conducta SRL, contratada por Fantástico Bailable para la seguridad del local.

Por otra parte, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) abrió una investigación para determinar si la condición de boliviano de la víctima jugó un factor determinante a la hora de la violencia con la que actuaron los agresores, ya que los mismos testigos aseguraron que “cuando le pegaban le gritaban bolita de mierda”.

Beimar Mammani, de 24 años, murió el lunes pasado a raíz del grave estado en el que quedó tras la golpiza con “machetes” a la que habría sido sometido cuando estaba indefenso, denunció la familia de la víctima. Según la denuncia de sus familiares, los patovicas lo golpearon hasta dejarlo con la cabeza ensangrentada y en estado de “shock”.

Mammani, herido, se trasladó por sus medios a su casa y horas más tarde fue internado en el hospital Penna, donde falleció, tras permanecer varios días en estado coma. Sus restos fueron inhumados el jueves en el cementerio del Bajo Flores, en medio de una peregrinación protagonizada por la comunidad boliviana que reclamó Justicia.

El local bailable de Once, en tanto, aunque no fue clausurado no puede abrir sus puertas porque el gobierno porteño lo retiró provisoriamente de la lista de boliches autorizados de la ciudad.