SOCIEDAD
El misterio del abogado atado al árbol y baleado
Tenía su estudio en Capital. Apareció fusilado por la espalda en el Parque Pereyra Iraola.
Un abogado con estudio en la Capital Federal, que había sido asaltado y secuestrado el martes último en Avellaneda, fue hallado muerto ayer, esposado a un árbol del Parque Pereyra Iraola en la localidad bonaerense de Gutiérrez, del partido de Berazategui. Marcelo Horacio Penna, de 45 años, era también prestamista. Su cuerpo, encontrado por policías que circulaban por la zona, presentaba un disparo en la espalda que, según los peritos, le habría ocasionado la muerte. Las hipótesis se orientan hacia un posible ajuste de cuentas.
El hallazgo del cuerpo fue más que sorpresivo. Efectivos de la Policía Bonaerense patrullaban alrededor de las 10 de la mañana por el kilómetro 39 del Camino General Belgrano cuando al pasar frente al parque observaron la presencia de lo que parecía “un hombre abrazado a un árbol”. Sin embargo, al acercarse descubrieron que Penna, de cabellos canosos y tez blanca, y que vestía una campera de cuero nobuk, un jean color claro y zapatos marrones, estaba muerto, y sus brazos esposados abrazaban efectivamente el tronco.
Según precisaron fuentes policiales de la comisaría 3ª de Berazategui, Penna estaba desaparecido desde el martes, cuando un número no especificado de delincuentes lo había secuestrado en Avellaneda aparentemente con intenciones de robo. El cadáver tenía un balazo en la espalda que sería el causante de su muerte y no se le encontró dinero encima ni documentación personal. Penna pudo ser identificado horas después, luego de que se ordenara el traslado del cadáver a la morgue judicial.
“La forma en que fue asesinado indicaría que se trató de un ajuste de cuentas o que existió cierto odio hacia la víctima. Un encono que iría más allá del conocimiento circunstancial que pudo haberse dado en el marco de un robo. Pero igualmente no se pueden descartar hipótesis ajenas a la posibilidad de un ajuste premeditado”, aseguraron los investigadores. El caso quedó a cargo del fiscal de Quilmes, Claudio Pelayo, mientras que en la comisaría 3ª de Berazategui se instruyeron actuaciones por “homicidio”.
La denuncia policial de su desaparición la formuló el martes Gladys Díaz, la compañera de Penna, con quien habitaba una casa de la calle Roca al 2500, de Avellaneda. La mujer contó entonces que el hombre se fue de la casa ese día con la idea de visitar a una hija que vive en Florencio Varela y que estaba enferma. También dijo que ese día habló dos veces por celular. La segunda vez acordaron un lugar para encontrarse, pero como su marido no llegaba, decidió volver a su casa. Allí encontró todo desordenado. Y notó que faltaba una pistola calibre 40 y una importante cantidad de dinero.
Los investigadores descartan la hipótesis de un secuestro extorsivo pues, según declaró la mujer, nunca hubo pedido de rescate. Ahora, la pesquisa se centra en el círculo íntimo de la víctima. También se empezó a investigar la documentación que quedó en el estudio de Penna, ubicado en la avenida 9 de Julio y Lavalle, en la Capital Federal.