La carpa no paraba de moverse por el viento. Parecía que en cualquier momento salía volando. ¿Cuánto más podían resistir las estacas? Entonces, Norma se decidió. Abrazó a su bebé, intentando protegerlo con la cabeza y los hombros, y encaró por el improvisado pasillo entre la fila donde estaba su carpa y la de enfrente, en ese pedazo de tierra del Parque Roca donde esperan vivienda. Tenía que llegar al trailer de los baños, más sólido que las endebles lonas. Pero las ráfagas se lo dificultaban. Cuando le faltaban pocos metros, el temporal arrancó una de las tiendas, que empezó a rodar de forma alocada hacia ella. No la pudo esquivar, y esa masa de hierros y lonas se la llevó con ella, como si fuera un huracán. Voló unos metros en medio de los materiales y cayó, golpeada. Cuando estaba en el piso, uno de los pilotes de madera sobre los que se apoyaba la carpa le pegó en la cabeza. Así fue, según los vecinos, la secuencia que terminó con la muerte de la joven, de 20 años, cuando el temporal de la madrugada de ayer arrancó de cuajo una decena de las carpas que albergan en el parque público a las más de 300 familias evacuadas hace quince días de la Villa Cartón por el gobierno porteño. La beba de Norma y otras 19 personas quedaron heridas por el incidente, aunque en la tarde de ayer 18 ya habían sido dadas de alta.

La defensora adjunta del Pueblo de la Ciudad, Graciela Muñiz, acusó por el fatal episodio a la ministra de Derechos Humanos porteña, Gabriela Cerruti, al asegurar que “la muerte de esta joven pudo haberse evitado si la cartera de Derechos Humanos tuviera políticas activas para paliar emergencias de este tipo”. Además, remarcó que “el Parque Roca no está preparado para albergar a familias en situación de riesgo, y menos en carpas y con baños químicos”.

Por su parte, un vocero del ministerio que conduce Cerruti remarcó que “los centros de evacuación adecuados estuvieron disponibles desde el primer día, pero los vecinos se negaron a alojarse en ellos. Estas condiciones fueron las que se pudieron conseguir cuando la gente no quiso ir a los lugares preparados y reclamó instalarse acá para estar cerca de las viviendas provisorias que se están construyendo para ellos en este predio”. La polémica promete extenderse.

Mientras tanto, en el lugar hay porciones de pasto amarillento que muestran dónde estaban las más de diez tiendas que fueron arrancadas por el temporal. Las que quedaron en pie están dispuestas en tres filas de unos 80 metros, mirando hacia los trailers donde están los baños químicos. Entre las tres filas y esas estructuras estaba la carpa más grande de las que se volaron, destinada a actividades recreativas y por eso inhabitada al momento de las ráfagas.

Según los vecinos, la joven que murió, Norma, estaba en el predio con su novio, su hijita y su madre. Miriam Aquino, representante de los ex habitantes de Villa Cartón, confirmó que la gente “no quiere que la trasladen de acá, porque tiene miedo de perder las viviendas que le prometieron”.

“Esto anoche parecía una película”, describió José, uno de los vecinos del lugar. Así se expresó al relatar la situación que vivieron él y todos los ex habitantes de la Villa Cartón durante el violento temporal que azotó el lugar, donde el gobierno de la ciudad les instaló carpas para que esperaran allí las viviendas. Ayer el gobierno entregó las primeras 74 viviendas provisorias. “Las estacas de las tiendas se doblaban como si fueran de plástico. Volaban fierros y lonas por todas partes, y encima el viento no paraba. Fue como una hora de ráfagas muy fuertes, aunque sin lluvia. Tuvimos que coser las lonas para que el viento no nos llevara la carpa”, contó.

Informe: Eugenio Martínez Ruhl.