Un productor agrícola que vive al lado de la quinta donde Ernesto Rodríguez estuvo secuestrado denunció ayer en el juicio que durante el operativo del rescate los policías lo detuvieron al confundirlo con un secuestrador, le pegaron e incluso le robaron 12 mil pesos de su casa.

Juan Carlos Casciaro estuvo dos semanas preso compartiendo calabozo con la banda de Sergio Leiva, alias “El Negro Sombra”, hasta que la Justicia determinó que nada tenía que ver con el secuestro.

Casciaro fue detenido por la Policía Bonaerense en el operativo de liberación de la víctima, concretado la mañana del 4 de febrero de 2004, en una vivienda situada en el kilómetro 96,500 de la ruta 7, en San Andrés de Giles. La confusión se dio porque el propio Casciaro escuchó los movimientos policiales y salió de su casa –ubicada al lado de la quinta del cautiverio de Rodríguez–, armado con una escopeta.

“Escuché ruidos, salí con la escopeta porque ya me habían robado cinco veces y cuando veo que son policías, la guardo y empezó el tiroteo”, relató Casciaro luego de declarar ante el tribunal oral de San Martín. “Le dije a mi empleado que se esconda y en ese momento me apuntaron con las armas y me dijeron que me acercara a la tranquera. Cuando llegué me tiraron al piso y me golpearon”, dijo el hombre.

Casciaro contó que los policías le preguntaban “¡cuántos son!, ¡dónde están! y ¡cuántos se escaparon!” y que él no contestaba porque no entendía a qué se referían, ya que en los 43 días que Rodríguez estuvo secuestrado en la casa de al lado, no vio nada sospechoso porque a ambas propiedades las divide un gran matorral.

El testigo se quebró delante de los jueces cuando recordó que los policías lo llevaron a su casa, donde continuó la golpiza, y “un hombre de traje” se le acercó, le puso la remera “de capucha” y le dijo: “Ahora conmigo vas a cantar”. Casciaro aseguró que policías robaron de su casa unos “12 mil pesos” que tenía de ahorros y que “nunca aparecieron, al igual que otros objetos de valor”, razón por la cual inició una causa contra la policía y el Estado. También recordó que cuando estuvo dos semanas detenido en los calabozos de la DDI de La Matanza, junto a los verdaderos secuestradores, los policías “me apretaron pensando que yo había sido el que había herido a dos policías del grupo Halcón”, explicó.