En un accidente automovilístico en la Ruta 9, falleció el martes pasado el prestigioso especialista en toxicología Osvaldo Curci, integrante del Cuerpo de Peritos de la Corte Suprema. El médico murió carbonizado al quedar atrapado en el Renault Megane en el que viajaba, a la altura de la ciudad de San Pedro, luego de que el auto se despistara, chocara contra el guard-rail y se incendiara. Curci viajaba acompañado por otro especialista en toxicología, Italo Saguer, que sufrió quemaduras en el 40 por ciento del cuerpo y fue trasladado al hospital de San Pedro. Curci había sido además director de Toxicología del Hospital Posadas, en Haedo, y como integrante del cuerpo de peritos de la Corte participó en pericias de casos resonantes.

El accidente tuvo lugar alrededor de las tres de la tarde del martes pasado, a la altura del kilómetro 160 de la Ruta 9, próximo a la localidad de San Pedro. Según los primeros informes policiales, Curci y Saguer viajaban en un Renault Megane, de regreso a Buenos Aires, y provenientes de San Nicolás, donde habían participado de un curso académico.

Las pericias no determinaron aún el motivo del accidente. Se sabe que el Megane volcó y chocó contra el guard-rail, y fue despedido hasta terminar junto a una alcantarilla. Con el golpe, alguna chispa desató un incendio en el Megane.

Curci y Saguer quedaron atrapados dentro, entre el metal y las llamas. Algunos automovilistas se detuvieron para auxiliar a las víctimas. Según informó la policía, Curci murió dentro del auto. Su cuerpo fue hallado carbonizado. A Saguer lograron retirarlo y trasladarlo de urgencia hasta el hospital de San Pedro. El informe médico sostuvo que tenía el 40 por ciento del cuerpo con quemaduras. Luego de esas atenciones, fue derivado al Hospital Posadas, en Haedo.

Curci fue director de Toxicología del Hospital Posadas entre 2003 y 2005, fue decano de la Facultad de Medicina de la UBA e integraba el Cuerpo de Peritos Forenses de la Corte Suprema de la Nación. Como tal, participó en cantidad de autopsias y pericias, entre ellas una buena cantidad de casos resonantes.

El especialista en toxicología había participado en causas como la del asesinato del joven Ezequiel Demonty, donde Curci determinó que el chico había fallecido por una asfixia por sumersión entre seis y ocho días antes de ser hallado su cuerpo. Determinó que había sido golpeado en vida, que tenía lesiones en la ceja, el pómulo derecho y el cuello, pero sostuvo que no fueron la causal de muerte, lo que implicó la principal prueba de la condena a los policías.

También participó en el caso de María Soledad Morales, en el caso de Matías Bragagnolo, en el de Carlitos Menem junior, el del homicidio del cardiólogo José Martínez Martínez. También intervino en la segunda autopsia sobre el cuerpo del soldado Omar Carrasco, que desató algunos conflictos: cuestionaron severamente la primera autopsia, realizada sin las mínimas medidas requeridas para una pericia y realizaron una segunda autopsia en la que la diferencia quedó establecida en el horario que determinaron para la muerte de Carrasco, muy próxima a la hora en que recibió la paliza. Curci también fue uno de los peritos que intervinieron en la autopsia de las víctimas del incendio de Cromañón, que luego derivó en una denuncia presentada por el abogado José Iglesias, padre de una de las víctimas.

La muerte del prestigioso especialista es investigada por el fiscal 5 de San Nicolás, Omar Tempo, bajo una causa caratulada “Homicidio culposo y lesiones culposas”.