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El asesino confesó por teléfono. Ese podría ser el título de una novela negra, pero en la Argentina de hoy es un dato de la realidad. Desde Bolivia, un hombre llamó por teléfono a un familiar y le contó que había matado a su mujer y la había enterrado bajo el piso del comedor, en la casa en que ambos vivían, en la ciudad de Mar del Plata. Ayer, la policía encontró el cadáver de la mujer, siguiendo los datos aportados por el presunto homicida .
El cuerpo fue hallado debajo del piso de cerámica, en la vivienda ubicada en 12 de Octubre al 6000, del barrio Las Avenidas. La víctima fue identificada como Verónica Andrea Suárez, de 21 años, y aún se desconoce el paradero de un hijo de ella, de 18 meses.
La pareja de Suárez, Ramón Videla, se comunicó recientemente desde Bolivia con una hermana suya que vive en Salta y le contó que había matado a su mujer y la había enterrado dentro de la casa. La hermana de Videla avisó a su madre, Susana Giménez de Videla, de 64 años, que vive en Mar del Plata, quien acudió a la vivienda, actualmente desocupada, pero no notó nada extraño.
La mujer, sin embargo, concurrió a la comisaria tercera para relatar la información que le había hecho llegar su hija. Ayer por la tarde, una comisión policial, junto al fiscal Gustavo Fissore, concurrió a la casa y constató que parte del piso de la cocina presentaba cerámicos nuevos, por lo que se dispuso realizar una excavación.
Debajo de los cerámicos y del contrapiso fue hallado el cadáver de Suárez en estado de descomposición, por lo que ordenó la autopsia para determinar el modo y la fecha en que fue asesinada.
La suegra de Suárez relató que ésta tenía un hijo de 18 meses, cuyo paradero también se desconoce. Los investigadores indicaron que ahora se procura saber si Videla se encuentra aún en Bolivia.