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Si al tirar abajo una pared por esa filtración que lo atormentaba, usted encuentra restos de vidrio o tal vez algún huesito, manténgase atento pues puede tratarse de un hallazgo arqueológico. Entonces, trate de recolectar la mayor cantidad de información que pueda, tome fotografías y guarde los preciados objetos en un cajón de su casa. Así lo recomienda la Dirección General de Patrimonio porteña en su página web, que desde ayer puede ser visitada por los vecinos. Además de recomendar cómo actuar en estos casos, la página ofrece información divertida y útil. Desde un repaso por antiguos juegos y juguetes hasta una base de datos para rastrear en los barrios los monumentos y los edificios representativos, en la página es posible consultar datos históricos y arquitectónicos. Y también cada navegante de la red puede colaborar con la tradición colectiva aportando testimonios y recuerdos para ser parte de la cultura de Buenos Aires.
La página www.dgpatrimonio.buenosaires.gov.ar recibe al curioso con un buscador donde se puede ingresar el barrio y la categoría deseada: por ejemplo art-decó, monumentos históricos, panaderías, pizzerías, entre otras. Sobre el margen izquierdo, los links están listos para iniciar el viaje hacia el pasado y dar un vistazo por el presente. En la sección Patrimonio Tangible –conformada por los bienes muebles e inmuebles– aparece un listado de los edificios representativos. Cada uno tiene los datos básicos (dirección, uso actual y estilo arquitectónico). Allí se incluyen desde viviendas particulares hasta colegios, como el Fernando Fader, de Flores, que en otro tiempo fue la quinta Las Lilas. El hospital Zubizarreta es un ejemplo de “pintoresquismo” y hasta un garage de Almagro figura como lugar de interés.
En el acto de lanzamiento, el secretario de Cultura porteño, Jorge Telerman, sostuvo que el objetivo de la página es “crear conciencia de que todo lo que hay en la ciudad nos pertenece y que la labor de preservación es una tarea conjunta”. Se entiende, entonces, que bajo la categoría de Patrimonio Arqueológico se incluyan las sugerencias para el caso de encontrar alguna pieza de relevancia. “No dude, hágalo, después va a ser tarde”, invita la página después de enumerar los pasos a seguir si se descubre algo que llame la atención.
La página se gestó con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) previamente acordado y su elaboración llevó seis meses. Se reactualizará permanentemente, en parte a través del aporte de quienes naveguen en ellas.
“Una doli tuá, de la limentuá, oso fete colorete...”, era una de las maneras de decidir quién comenzaba un juego, según se recuerda en el sector de Formas de Expresión. También ahí, previo paso por la memoria colectiva de algunos juegos clásicos como la gallinita ciega y el rango, se desafía a los internautas a sumar sus propios recuerdos lúdicos.
La subsecretaria de Patrimonio Cultural, Silvia Fajre, recalcó que “es la primera vez que se reúne toda la información patrimonial” y confió en que el contenido “sea útil para los profesionales y los vecinos”. Por eso, hay un listado de bares y pizzerías con la ubicación exacta en un mapa que se agranda con sólo clickear y los detalles de su especialidad culinaria.
Pero si el problema son grietas, rajaduras u otras patologías molestas, la Cartilla de Mantenimiento de Edificios de Valor Patrimonial ofrece algunas pistas. Y quien sabe si “retirando cuidadosamente el material flojo” como se sugiere, no se convierte uno en el poseedor de un valioso resto arqueológico.