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Tres policías bonaerenses y un ex convicto estarán en el banquillo de los acusados a partir de hoy, cuando comience el juicio oral y público por el crimen de Natalia Melmann, la chica de 15 años violada y asesinada en Miramar en febrero de 2001. Un total de 207 testigos –11 de ellos de identidad reservada– declararán ante los jueces de la Cámara en lo Criminal Nº 2, de Mar del Plata. Los cuatro acusados –uno de ellos está en libertad– afrontan los cargos de abuso sexual, privación ilegal de la libertad y homicidio triplemente agravado por ensañamiento, alevosía y por el concurso de dos o más personas.
El proceso comenzará a las 9 con la lectura de la acusación a cargo del secretario del tribunal en lo Criminal 2, Roberto Manuel. El tribunal será presidido por el camarista Enrique Aníbal Ferraris, a quien secundarán Rodolfo Guimarey y Reinaldo Fortunato. Los magistrados realizaron ayer una inspección ocular en Miramar, en los lugares donde se produjeron las distintas secuencias previas y posteriores al crimen.
Los camaristas evaluarán el grado de responsabilidad en el crimen que le cabe a Gustavo “Gallo” Fernández, un ex detenido devenido en confidente de la policía, y a los suboficiales de la Policía Bonaerense Ricardo Suárez, Oscar Echenique y Ricardo Anselmini, el único que está en libertad.
Suárez y Echenique habían sido detenidos el 28 de junio del año pasado a requerimiento del fiscal Marcos Pagella, pero la Sala I de la Cámara Penal marplatense, integrada por los jueces Julio Arriola, Daniel Laborde y Carlos Pizarro Lastra, los excarceló el 18 de setiembre. Sorpresivamente, el 29 de agosto último, el Tribunal de Casación bonaerense, al resolver un planteo de la Fiscalía General de Mar del Plata, ordenó que fueran detenidos nuevamente, medida que se hizo efectiva de inmediato pero que no alcanzó a Anselmini.
Los cargos fueron planteados en el requerimiento de elevación a juicio presentado en marzo por el fiscal Pagella. El primer testigo será Gustavo Melmann, padre de la adolescente asesinada, y luego declararán la madre, Laura Rosa Calambuca, y los dos hermanos de Natalia, además de amigas que estuvieron con ella en la noche y madrugada del 3 al 4 de febrero de 2001, cuando fue vista con vida por última vez.
Aquella noche, Natalia concurrió junto a sus amigas a la discoteca Amadeus, situada en la zona sur de Miramar, 45 kilómetros al sur de Mar del Plata. Durante esa madrugada, la chica también estuvo en el bar La Cantina, frente a Amadeus, donde entre los parroquianos se hallaban dos choferes de micros, con los que la chica habría conversado.
Luego Natalia se dirigió a Amadeus y, ya entrada la madrugada, en la vereda de la disco, mantuvo un diálogo con su ex novio, Maximiliano Maroldt, conversación de la que también tomó parte el “Gallo” Fernández y la nueva novia de Maroldt, Loreley Escalada.
Natalia se retiró sola, caminando, de la discoteca, pasadas las 7 del domingo 4, y la acusación presume que Fernández salió tras ella. Desde ese momento nadie volvió a verla, hasta que el jueves 8 del mismo mes, un adolescente que paseaba con sus perros por el vivero Dunícola de Miramar, descubrió su cadáver.
Fernández, al conocer la noticia, se fugó de su casa, pero a la madrugada del día siguiente fue detenido en una casaquinta del paraje Santa Irene, a pocos kilómetros de Miramar, donde se había ocultado. Inicialmente, fue el único imputado por el hecho, pero la investigación judicial determinó que también estaban involucrados los tres policías del destacamento local.