“Mi experiencia me muestra que en las escuelas públicas los padres apoyan totalmente que se les brinde a sus hijos educación sexual integral, porque muchos no se sienten preparados para hablar con ellos. A diferencia de lo que sostiene la Iglesia Católica y sectores conservadores, los padres no piensan que es un tema ‘de la familia’ y están esperando que la escuela les dé una mano”, señaló la psicóloga especializada en adolescentes Irene Gojman, una de las expertas convocadas por el Ministerio de Educación de la Nación para formar la comisión asesora que elaboró los contenidos básicos curriculares de la educación sexual integral, que deben impartirse en todo el país.

“Si se quiere formar ciudadanos, en lo primero que hay que trabajar es en que conozcan su cuerpo. Pero la educación sexual integral no se limita a lo genital, abarca lo relacional, lo afectivo, los valores, el cuidado del otro, los proyectos de vida. Cuando una adolescente tiene un proyecto de vida no se queda embarazada a los 14 años. Es una educación cotidiana, no debe circunscribirse a un programa”, explicó a Página/12. Gojman lamentó la falta de voluntad política del gobierno macrista para cumplir con la ley 2110. “La ley es de avanzada, el problema es la implementación”, cuestionó.