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“Aunque se ha generalizado el uso de la palabra ‘estrés’, hay que diferenciar entre el ‘euestrés’, que es una respuesta normal y conveniente del organismo ante situaciones de tensión, y el ‘disestrés’, donde se presentan ya disturbios orgánicos”, advierte Eva Moreyra, investigadora de la Universidad del Litoral.
“Lo que señala el disestrés es la importancia de las alteraciones –por ejemplo, el debilitamiento del sistema inmunitario al punto de facilitar infecciones– y su perduración más allá de la situación puntual”, precisa Osvaldo Panza Doliani, director de la investigación sobre el estrés de examen en los estudiantes que se efectuó en la Universidad Nacional del Litoral.
“Los resultados de nuestra investigación, planteada en términos de fisiología del comportamiento, son sugestivos para la reflexión sobre posibles replanteos a los modos de evaluación, siendo que el examen oral ante tribunal se ha revelado como causa de disestrés en una muestra estadísticamente significativa”, observa Panza Doliani.
En realidad, esta investigación puede sugerir todavía más, según señala Moreyra al preguntar: “Si un estímulo como el examen es distresante al punto de enfermar a jóvenes que en general tienen buena contención social y familiar, ¿qué sucederá con los jóvenes que están en la calle, que no están contenidos y para quienes los estímulos distresantes están dados por situaciones de abierta violencia?”.