“Según encuestas, unos 13 millones de argentinos son hinchas de River: hay entonces 13 millones de personas enojadas, y, de éstos, unos siete millones estarán muy enojados con esta situación –estimó Raúl Barrios, profesor titular de Psicología del Deporte en la Facultad de Psicología de la UBA–. Sienten que jugar en la B es como un deshonor y también que es como un viaje de ida. De hecho, los equipos importantes que alguna vez descendieron, como San Lorenzo o Racing, nunca se sacaron de encima el mote de que ‘se fueron a la B...’. Y, en el caso de River, se vincula con la perspectiva de la ‘cargada’ eterna que vendrá desde la hinchada de Boca.”

“Entonces, hay gente que está muy deprimida –admitió Barrios–. Conozco casos de hinchas que ni miraron el último partido; no quisieron verlo, prefirieron encerrarse y sólo se enteraron dos días después.”

Para el profesor de la UBA, “si hay que ponerle un nombre a lo sucedido, la palabra es trauma. Se trata de un evento traumático, y ante los traumas cada uno responde en función de situaciones propias. Por ejemplo, la respuesta puede ser más aplomada en un hombre de cierta edad, que padeció los 18 años de River sin salir campeón y ya tuvo esa experiencia de sufrimiento. En cambio, quizá sea más grave para el joven que sólo lo vio exitoso, ganando todo, en la década de 1990, aquellos tiempos...”