La primera medida del juez Claudio Bonadío fue una serie de peritajes sobre el tren y la estación, a cargo del personal de Criminalística de la Policía Federal. También se secuestraron documentación, filmaciones y escuchas para esclarecer si el choque pudo haber sido producto de una negligencia. Otro punto importante, según trascendió ayer, es confirmar si la formación fue revisada en los talleres un día antes, razón por la que varios funcionarios judiciales concurrieron por la tarde a las estaciones de Morón y Castelar. La Comisión Nacional de Transporte (CNT) actuará como “auxiliar” en la causa.

El expediente judicial, aclaró ayer el fiscal federal Federico Delgado, “es muy incipiente”. Y explicó luego: “Esto tiene varios momentos. El primer momento es la intervención policial; el segundo es la intervención de las autoridades de salud y la intervención judicial siempre es posterior al hecho”. La primera tarea de la investigación, dijo, será conocer las causas de la tragedia.

“A partir de ahí hay múltiples posibilidades de investigación que tienen que ver con las eventuales responsabilidades de los conductores, del mantenimiento, pero es muy prematuro hablar. Primero hay que hacer las pericias de rigor, que los peritos hablen y después llega el momento de la labor judicial”, comentó el fiscal. Consultado sobre los plazos, respondió que dependen de la administración que hagan los funcionarios judiciales. “Estimo que no debería ser demasiado (el tiempo) para tener las primeras respuestas”. Por otra parte, Delgado aseguró que “por la forma en que se trabajó” las pruebas para preservar “no habrían sido alteradas”.