Eugenio Zaffaroni –además de ser ministro de la Corte Suprema– es un apasionado por la natación. Comenzó a practicar esta disciplina a los 55 años, llegó a nadar en aguas abiertas en el río Paraná y hoy es quien apoya el reto que iniciará Matías Ola en muy pocos días. “Lo que este joven quiere lograr a partir de la natación es impresionante. En este país es necesario facilitar las posibilidades de acceso a este deporte, ampliar los lugares donde se puede desarrollar y fomentar el interés público, no sólo en niños, adolescentes y jóvenes, sino también en la tercera edad”, señaló Zaffaroni.

“En el interior existen muchas dificultades para acceder a una piscina y más aún si alguien quiere dedicarse profesionalmente a este deporte –dijo Zaffaroni–. Cada vez que viajo quiero seguir nadando y pregunto dónde hay una piscina cerca. En Europa no me miran raro. Por ejemplo, en España casi todas las ciudades tienen piscinas que son prácticamente gratuitas y muy buenas.” “En Argentina ni siquiera conseguimos piletas semiolímpicas de 25 metros, sino que la mayoría tienen 20 metros, y ni que hablar de las piletas olímpicas de 50 metros de largo, suelen ser escasas y sólo las encontramos en el Cenard y en muy pocos lugares más”, añadió.

“Matías quiere presentar su proyecto Unir el Mundo en el Senado de la Nación e involucrar así a determinados actores. Con su campaña promueve el desarrollo del deporte de alto rendimiento, para así lograr que la natación sea accesible para todos en igualdad de condiciones, y aquí me sumo para extender su propuesta hacia la tercera edad”, agregó el ministro de la Corte.

Al ser consultado por este diario sobre si le gustaría unirse en algún punto de la travesía con el nadador tucumano, Zaffaroni expresó entre risas: “Me animaría a acompañarlo a nadar en un tramo corto, pero utilizaría el traje de neoprene”. “Matías me propuso nadar con él en la Isla de los Estados, Tierra del Fuego, en el cierre de la campaña Unir el Mundo, y no descarto esa posibilidad, ojalá se pueda dar”, agregó.

En este sentido, Zaffaroni se refirió a la importancia que tiene la natación para él. “Me salvó la vida comenzar a nadar. Este deporte contribuye muchísimo al mantenimiento de la salud física y mental y como es una actividad que no implica riesgo alguno se puede practicar hasta cualquier edad –dijo Zaffaroni–. Además, la natación puede ser un buen punto de encuentro intergeneracional, ya que a veces veo a los abuelos que van con sus nietos al club y pienso: ‘¿Por qué no se meterán ellos también a la piscina?’. La gente se asusta mucho y te dice: ‘Tengo más de 50 años, nunca nadé y le tengo miedo al agua’. Hay que perder ese miedo y ser conscientes de que la natación puede mejorar de forma notoria nuestra calidad de vida y qué mejor que fomentarla en los adultos mayores, también”, agregó.