SOCIEDAD
Otras víctimas de la violencia
Hasta ayer, la historia reciente de argentinos o hijos de argentinos asesinados en Estados Unidos se había escrito sólo en California.
En febrero de 1999, Silvina Pelosso, de 16 años, nacida en Córdoba, apareció muerta, junto a su amiga July y la madre de ésta, ambas norteamericanas. Estaba de vacaciones en el Parque Nacional Yosemite, en el norte de California. Seis meses después fue detenido el guardaparques Cary Stayner, quien confesó el triple crimen y, en agosto del año pasado, fue declarado culpable y sentenciado a muerte.
En febrero de 2000, Gonzalo Martínez, de 26 años, nacido en Estados Unidos e hijo de un matrimonio de argentinos, fue muerto por 34 balazos disparados por la policía al resistirse a un control caminero. Martínez residía en Downey, California. El episodio desató una fuerte polémica en Estados Unidos, ya que había sido filmado por un aficionado y su difusión lo inscribió en una serie de acusaciones por excesos policiales. Pero, el 8 de mayo pasado, en un fallo que no está firme, la Justicia desestimó por falta de pruebas las acusaciones contra los policías.
El 21 de abril pasado, Ornella Macari, de 18 años, fue asesinada al salir de su trabajo en un local de una cadena de comidas rápidas, también en Downey. La policía sospecha que el crimen fue cometido por alguien que conocía a la víctima, pero aún no hay ningún acusado.