Tal como ocurrió en la inauguración del museo MAR, en diciembre de 2013, la obra que recibe a los visitantes y que se eleva desde la planta baja hasta el primer piso es una realización de Edgardo Giménez. En la muestra anterior, sobre el arte pop de los sesenta, el trabajo se llamaba Monumental Moria, en homenaje a Moria Casán. En la exposición actual, la obra se llama La Torre de Babel y cuenta con unas escaleras que parecen querer alcanzar el cielo o al menos el cielo raso, aunque su autor aclara que “no aspira a llegar a ningún lado”.

El curador de la muestra vuelve a ser Rodrigo Alonso, quien aseguró que se está cumpliendo “una de las funciones del arte, que es la de construir mundos imaginarios”. Aclaró que no sólo se pensó en los jóvenes y adultos, consumidores habituales de cultura, sino también “en los niños, a los que les gusta cruzarse con lo mágico, lo fantástico, lo onírico”. Alonso afirmó que se hizo “una muestra temática donde van a convivir artistas de principios del siglo XX con otros contemporáneos y todos van a tener la posibilidad de seducir al público hasta diciembre”.

Alonso sostuvo que, si bien se cita al libro de Borges y se trata de recrear la fantasía y la imaginación, “no es una ilustración” de ese trabajo literario sino “más bien una extensión de su proyecto al ámbito de las artes visuales, una suerte de inventario de productos de la imaginación de artistas locales de diferentes épocas”.