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Por P. L.

“A partir de la devaluación, se retrasa la llegada de nuevas drogas contra el VIH, porque los costos resultan muy elevados”, admitió el responsable de distribución de estos medicamentos en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien la situación no es alarmante –la Argentina y Brasil son los únicos países latinoamericanos que brindan gratis los tratamientos completos–, preocupa porque las terapias suelen requerir cambios de medicación.
Entre los medicamentos que más expectativas generan está el atazanavir, ya aprobado en Estados Unidos: pertenece a la familia de los “inhibidores de la proteasa” y no provocaría efectos secundarios que hasta ahora tienen estas drogas, como el aumento en el colesterol y acumulación de grasas. También se aprobó el T-20, primero de los “inhibidores de fusión” que impiden al virus penetrar en las células. Pero “su costo es prohibitivo: la cantidad para un mes de tratamiento cuesta 1500 euros, y hay que sumar el precio de las demás drogas del cóctel”, señaló Sergio Maulen, responsable de la distribución de medicamentos de Coordinación Sida de la Ciudad de Buenos Aires. El atazanavir cuesta 600 dólares por mes. (Los actuales cócteles le cuestan al Estado argentino 1500 pesos por mes.)
“Antes, la Argentina venía casi a la par de Estados Unidos en el lanzamiento de nuevas drogas, pero después de la devaluación quedamos en retraso –señaló Maulen–. El problema es que, como los medicamentos actuales no curan la infección sino que la contienen, el virus sigue en el organismo y sus mutaciones hacen necesario cambiar la medicación.”
Sí se prevé la próxima llegada de “nuevas presentaciones de las drogas en uso, que permitirán reducir la cantidad de tomas diarias”, anunció el especialista.