SOCIEDAD
Las explicaciones del jefe
“Es la primera prueba contundente de la teoría científica de la Universidad de Harvard que sugiere que, en algún momento, existieron en Marte condiciones atmosféricas muy diferentes con formaciones de agua”, dijo ayer el director general de la NASA, Sean O’Keefe. El destino lo encontró en Buenos Aires, justo cuando en Washington se anunciaba el hallazgo del robot Opportunity. Había llegado para firmar un convenio de cooperación con la agencia espacial argentina (ver aparte) y, en una reducida reunión de prensa, explicó los alcances del anuncio: “Este descubrimiento despertará múltiples teorías”, dijo, y no descartó, con las condiciones climáticas actuales, la presencia de “vida microscópica” en el planeta rojo.
“Las superficies en Marte son bastante profundas, así que cualquier cosa que se parezca a una estructura molecular parece remota, pero también es cierto que hemos descubierto (en la Tierra) formas vivas en profundidades increíbles, con fuertes presiones y temperaturas muy bajas. Eran formaciones que jamás pensamos que podían sobrevivir, pero la vida encuentra su camino”, sostuvo el director de la NASA, luego de reunirse con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y el vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli.
Para O’Keefe, el décimo director de la agencia espacial estadounidense, “claramente, el clima cambió en Marte, lo cual sugiere que hubo mucha agua que fluía libremente. Esto también se evidencia por la forma de las rocas, que están alisadas, como si se encontraran en el lecho de un río”. “Ahora, tendremos que determinar si en algún momento hubo evidencias fósiles de formaciones moleculares”, anticipó el funcionario, en la reunión de prensa realizada en la embajada de Estados Unidos.
La expectativa de la NASA está puesta ahora en el diseño de una misión que permita el desembarque del hombre en Marte. La misión de los robots Spirit y Opportunity es considerada “exitosa” porque es la primera vez que “los aterrizajes marcianos no están signados por el fracaso”, pero “no hay nada que reemplace las habilidades cognitivas humanas y la curiosidad” del hombre. De todos modos, O’Keefe estimó que esta misión no se efectivizaría antes de los próximos “15 años” porque aún hay “muchos factores para superar”.