SOCIEDAD
Dos especialistas analizan el caso
Stella Maris Bioca *.
“Es una barbaridad”
“Es una barbaridad lo que hizo la Justicia con esta nena. Pobre criatura. La destrozó. En el momento de su formación emocional, sus primeros meses de vida, ha sido sustraída sucesivamente de un ámbito familiar. El juez adopta un criterio judicial que se queda en las formas y no en el interés superior del menor. Si se comprueba que el hogar de tránsito no cometió ningún ilícito con la nena, aunque no hayan seguido los pasos legales, el interés superior de la nena es el vínculo afectivo que desarrolló. Eso es lo que tiene que tener en cuenta el magistrado. La conducta del juez es muy cuestionable. ¿Cómo se debe actuar técnicamente? Inmediatamente después de recibir a la menor, se debe ubicar a los padres biológicos y hablar con ellos. Cuando se determina seriamente que no la quieren, se debe instalar rápidamente a la criatura en una familia con vistas a la adopción. Aunque el proceso de adopción es largo, la nena ya está ahí. Es fundamental la premura. En estos casos se debe actuar más rápido que con un amparo.”
* Ex presidenta de la Cámara de Apelaciones en lo Civil de San Martín.
Angeles Burundarena *.
“Es más abandono”
“Es un disparate supremo cambiarla de hogar de tránsito y también tenerla en esa situación por tres años. Cuanto más demore una estabilidad vincular, más daño le están haciendo a la nena. Es abandono más abandono. Además, es un absurdo que el juez se rija por el registro único de adoptantes. Nunca una resolución administrativa puede ser más importante que el interés superior del niño. Si una familia era apta para cuidar a la criatura hasta los 3 años, perfectamente puede seguir cuidándola. Hay jueces que consideran que el caso tiene que encuadrar con la ley. Yo digo que es la ley la que debe amoldarse a la historia de vida. El problema radica en que los jueces de menores, que tienen que tratar con cuestiones penales y civiles, se demoran mucho en las entregas en adopción porque están abarrotados de causas penales. Ante una situación de abandono, primero se debe fortalecer a la madre biológica, pero cuando dice que no pueden hacerse cargo del hijo, después de un plazo de 9 meses hay que aceptar el abandono y dar al menor en adopción.”
* Asesora general adjunta de menores del Poder Judicial de la Ciudad.