El ex jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra presentó ayer una denuncia por amenazas contra tres padres de víctimas de Cromañón. Los denunciados –Luis Fernández, Ricardo Righi y Nora de Bonomini– son acusados del delito de coacción calificada por el modo en que respondieron a una serie de entrevistas periodísticas. No es la primera vez que los tres son denunciados por amenazas: ya lo habían hecho la jueza y los tres camaristas de la causa, y el grupo Callejeros.

“Lamentablemente, si tenemos que morir vamos a morir; si tenemos que ir presos, iremos; y si tenemos que matar, mataremos. Callejeros, donde suba a un escenario, bajan en una bolsa negra. Si Ibarra sube a un escenario político, también lo van a bajar en una bolsa negra”, dijo Luis Fernández en un reportaje junto a los otros dos padres que el periódico Perfil publicó el domingo 20 de agosto. Allí, Ricardo Righi señalaba: “Si la Justicia se deja influenciar por el poder político, entonces haré justicia por mano propia. Seré como el Vengador Anónimo”.

Según el escrito presentado por Ibarra y su abogado, Julio César Strassera, esas palabras “son clara e inequívocamente amenazadoras. Buscan atemorizar y condicionar conductas a través del miedo. Además están claramente dirigidas a evitar que el suscripto (Ibarra) pueda ejercer los derechos constitucionales de libertad de expresión y de reunión que tiene cualquier ciudadano”.

Una denuncia por amenazas ya había sido hecha por el grupo Callejeros contra los mismos padres. Ante las nuevas declaraciones, el abogado del grupo, Eduardo Guarna, solicitó el martes a la jueza a cargo de esa causa, Silvia López Crespo, que intervengan “los médicos forenses para que se practiquen los exámenes de rigor y determinar si son peligrosos para sí o terceros y en consecuencia tomar las medidas cautelares aconsejadas para el caso”.