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En esencia, las reglas del fútbol para no videntes y el fútbol sala son similares. Juegan cinco jugadores por equipo, los arcos tienen las mismas dimensiones y la pelota, igual tamaño. Sin embargo, hay algunas modificaciones que, en su mayoría de carácter precautorio o de agilización del juego, merecen ser destacadas:
- La cancha debe ser vallada en los laterales. La altura de las vallas debe ser de entre un 1,10 metro y 1,30.
- El área del arquero es de 2 metros de largo por 5 de ancho. Este no puede traspasar los límites ni anunciar su presencia exclamando “mía” cuando la pelota todavía no entró en su zona de juego.
- Hay tres delegados por equipo, uno de ellos es el técnico, que ubican a los jugadores y recomiendan a quien lleva la pelota qué hacer con palabras estipuladas como “arco”, cuando creen conveniente que patee; “izquierda” o “derecha”, para direccionarlos; y “avanzá”, cuando no tienen rivales cerca.
- La pelota posee rulemanes en su interior que producen el sonido que orienta a los jugadores.
- Antes de patear cada penal se lo ubica al jugador y se golpean los tres palos del arco, para luego darle señal de tiro al toque del silbato.
- Los árbitros son dos en lugar de uno.
- Cada jugador que va a buscar la pelota debe anunciarse con un “voy” constante aunque pausado. También debe correr con la cabeza en alto para evitar choques de importancia.
- Si un mismo jugador llega a los 5 fouls debe abandonar el campo y un compañero lo reemplazará tres minutos después.
- Cuando un equipo llega a las 4 infracciones, las faltas siguientes serán castigadas con “doble penales”.
- La duración del partido es de 50 minutos. Dividido en dos de 25 y con un descanso de 10 minutos.
- Los saques del arquero deben ir al ras del suelo y no pueden pasar la mitad de la cancha sin que ningún jugador la haya tocado antes.