El temporal que sacudió a parte del país ayer golpeó con todas sus armas. El viento buscó empardar los inconvenientes que produjo la lluvia: el frente de una galería en reparación en plena avenida Corrientes se desmoronó. La fuerte caída de mampostería no dejó heridos sólo porque ningún peatón pasaba por allí. En la competencia de fuerzas naturales, la electricidad de la tormenta tampoco se quedó atrás, y a través de un rayo que pegó en un medidor de viento, dejó inoperable el Aeroparque desde la madrugada hasta las 14.30 y cientos de pasajeros quedaron varados allí durante varias horas. Además de las tres muertes y la desaparición en la Capital (ver aparte), otras dos personas murieron: una en Lomas de Zamora, también ahogada; y otra en Gualeguaychú, electrocutada.

El derrumbe del frente de la galería ocurrió en Corrientes al 1200, casi esquina Libertad, poco antes de las 7 de la mañana, y provocó pánico entre las pocas personas que circulaban por allí a esa hora. El sector afectado del paseo comercial está siendo refaccionado y la construcción no soportó las fuertes ráfagas de viento que se registraron en toda la ciudad. Después de la caída trabajaron en el lugar efectivos policiales y personal de emergencias del gobierno porteño.

Lejos de allí, cientos de pasajeros quedaron varados en el Aeroparque Metropolitano, que por problemas técnicos dejó de operar en la madrugada. La causa fue un rayo que destruyó un medidor de viento de la torre de control, vital para el control de los vuelos.

El inconveniente llevó a que se cancelaran todos los vuelos previstos hasta pasadas las 14.30. Durante todas esas horas, los pasajeros no tuvieron información sobre la cantidad de tiempo que deberían esperar para finalmente realizar su viaje.

El vocero de Aeroparque indicó cerca del mediodía que se procuraba trabajar con un “medidor pendular de viento” para reemplazar al dañado por la furia de la tormenta, y que en algunas horas más se podría reanudar la actividad. Finalmente, alrededor de las 15, el despegue y aterrizaje de aviones fue retomando, lentamente, su organigrama.

Por otra parte, los tres jóvenes muertos en Belgrano no fueron las únicas víctimas fatales del temporal. En Lomas de Zamora, otro hombre se ahogó; mientras que en Gualeguaychú, un joven falleció luego de quedar electrocutado en una calle donde se habían caído postes de luz.

El episodio ocurrido en Lomas se descubrió cuando el cuerpo de un hombre mayor de edad fue hallado cerca del cementerio de Villa Fiorito, según fuentes de la policía, ahogado, aunque todavía no está determinado en qué circunstancias ocurrió el accidente.

En cambio, Defensa Civil de Gualeguaychú confirmó que un hombre de “aproximadamente 21 años” falleció víctima de una “evidente electrocución” en medio de la tormenta que también se registró en esa ciudad de Entre Ríos. El accidente fue consecuencia de la caída de postes de luz en la calle ante la furia del viento. El agua que se acumuló en las calzadas transmitió la electricidad de uno de los cables caídos y provocó la muerte del joven. Luego de eso, Defensa Civil, la Cooperativa Eléctrica, Bomberos y la policía tuvieron que realizar un intenso trabajo, fatídicamente tardío, ya que existían serios riesgos para otros peatones.

Por su lado, Mar del Plata la pasó a oscuras después de que el temporal interrumpiera bruscamente el suministro de energía eléctrica. Algunas zonas del Gran Buenos Aires, entre ellas Vicente López, Escobar, Olivos y La Matanza, seguían ayer sin luz, luego de que el temporal también provocara desperfectos en la provisión de energía a la empresa Edenor.