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El pulso sobre el tránsito de turistas está cambiando. En esta época del año, Buenos Aires suele ser uno de los destinos menos visitados. Sin embargo existe un factor que movió el mercado de turismo en los últimos días: el dólar y la devaluación del peso. Jorge Purciarello, subsecretario de Turismo de la Ciudad, asegura que desde la devaluación aumentó el caudal de consultas especialmente entre el público de Centro y Sudamérica, que desde hacía años no tomaban este ángulo del continente como alternativa de viaje.
Purciarello acaba de terminar una reunión con los principales operadores de turismo locales que dan cuenta de esta situación: “Están viniendo especialmente desde Brasil y mucha de la gente que antes de todo esto había intentado cancelar sus reservas, las dejaron en pie porque la devaluación terminó definiéndolos”. Para estudiar este movimiento que han comenzado a observar también las agencias de viajes, la subsecretaría comenzó a hacer algunas encuestas a los recién llegados.
La devaluación implica para muchos extranjeros un aumento de entre el 40 y 50 por ciento en el presupuesto destinado al viaje. Esta situación para muchos fue más convincente que los cacerolazos y el maremoto de imágenes de fuego, combates y sagas del género que encuentran en los canales de noticias internacionales antes del viaje.