Domingo, 11 de marzo de 2007 | Hoy
POTENCIA PARA LA UE Y ACUERDO CON VENEZUELA
La UE dice que potencias agrícolas como Argentina destruirían su mercado. A la vez, Los Grobo cerró trato con Chávez.
Por Claudio Scaletta *
La destrucción del aparato productivo experimentada en los ’90 dejó al país con algunos problemas de autoestima. Por eso algunas noticias recientes son por demás alentadoras, al menos en materia de psicología social. Una de las informaciones habla de potencia, la otra de la capacidad tecnológica del sector agropecuario local.
El ministro francés de Agricultura, Dominique Bussereau, calificó esta semana a la Argentina –junto a Brasil, Australia y Nueva Zelanda– como una de las “grandes potencias depredadoras”. Las potenciales víctimas de la predación serían los mercados agrícolas europeos. Fue en el contexto de las negociaciones por la eliminación de subsidios en la OMC. De acuerdo con el funcionario galo, “derribar las fronteras”, según demandarían las potencias agrícolas, supondría “destruir una parte de la agricultura” europea, claridad conceptual de quienes defienden el liberalismo comercial de una sola vía. Pero el enunciado general es otro: la capacidad productiva del agro argentino es una amenaza para los países con baja productividad agrícola, como los de la UE.
La segunda noticia es bastante puntual, pero en sí misma refuta la concepción tradicional de que el potencial agrícola de marras es un regalo del cielo, en rigor de la fertilidad del suelo. El presidente venezolano Hugo Chávez no hubiese viajado a al Argentina solamente a participar de un acto anti-Bush. En el centro de su agenda se encontraba la firma de un conjunto de convenios en materia energética y agropecuaria que involucran, según fuentes gubernamentales, un total de 400 millones de dólares.
Uno de estos convenios fue un programa de cuatro años para que entren en producción 100 mil hectáreas propiedad de la petrolera estatal Pdvsa. Se firmó el viernes pasado entre Los Grobo Agropecuaria, una de las firmas de vanguardia del campo local, y Pdvsa Agrícola. Los Grobo, con el apoyo de otras consultoras locales y del INTA, comenzarán a producir en las tierras de Pdvsa. El convenio fue definido como un programa de “transferencia de tecnología”. Según explicó a Cash Gustavo Grobocopatel tras la firma del convenio, la tecnología en el proceso productivo no reside sólo en las máquinas o en el paquete de semillas y agroquímicos que se utilicen, sino especialmente en el “diseño de los actores”, en el desarrollo de empresas y cooperativas que tengan un modelo de gestión de la producción. El objetivo, entonces, es gestionar la producción de cereales y oleaginosas en las citadas 100 mil hectáreas y, durante el proceso, capacitar en la tarea a los actores locales, en concreto, a los empleados de la firma estatal.
Venezuela posee actualmente en producción alrededor de 2 millones de hectáreas. Para autoabastecerse de alimentos necesita un millón de hectáreas adicional. A modo de comparación, la Argentina tiene en producción alrededor de 16 millones de hectáreas. Según cuentan los venezolanos, la razón del subdesarrollo relativo en materia agrícola no se encuentra en lo impenetrable de muchas regiones selváticas. Tampoco en la persistencia del gran latifundio, aunque restan muchas tierras fiscales. La respuesta debe buscarse en la tradición petrolera: ¿para qué trabajar la tierra para que produzca si basta con perforarla para que la riqueza brote sola?
Durante los cuatro años del proyecto Los Grobo-Pdvsa, el país caribeño espera también iniciar la producción en las restantes 900 mil hectáreas que le permitirán lograr el autoabastecimiento. Para ello se planea desarrollar redes de empresas y cooperativas. Como lo experimentaron ya los fabricantes locales de maquinarias agrícolas, el proceso puede traer también muchas oportunidades de negocios para los proveedores de insumos.
A fines de febrero, la American Corn Grower Association, una agrupación de agricultores estadounidenses, le inició juicio a la firma Monsanto. Los cargos son por prácticas anticompetitivas en el mercado de glifosato.
Para “no afectar el abastecimiento doméstico”,
la Secretaría de Agricultura cerró esta semana el registro de exportaciones de trigo, lo que en la práctica funciona como una prohibición.
El Senasa confirmó que la roya de la soja llegó a Buenos Aires y afecta un lote de la localidad de Vuelta de Obligado, en el partido bonaerense de San Pedro. El hongo asiático ya había sido detectado en las provincias de Entre Ríos y Santa Fe.
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