INFLACION

Me gustaría leer qué sensación tiene el consumidor promedio de la inflación. Más allá de los índices, números digitados, el que va al supermercado periódicamente puede que no le signifique mucho. La gente tiene una sensación que, a mi juicio, no se condice con estos números tan bajos. La mayoría piensa que todo, todo, está cada día más caro, y no sólo un 0,3 por ciento. Gracias. Mis respetos.

Carolina Cabana
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VENEZUELA

Leyendo algunas de las novedades referentes al afianzamiento de las relaciones con el régimen de Venezuela, no dejo de sentir una creciente preocupación. Preguntas tales como: ¿por qué es más difícil otorgar un préstamo a SanCor por 130 millones de dólares que comprometer el 10 por ciento de las reservas en divisas de todos los argentinos para la creación de un banco de dudosa efectividad? o ¿por qué nos quejábamos de los intereses que se le pagaban al FMI por los préstamos recibidos, y ahora gustosos emitimos deuda que –más gustoso aún– Chávez compra, recibiendo por ella una tasa de interés superior a la de entonces? Y más aún: ¿por qué hay que organizar un acto en Buenos Aires, presidido por el mismo Chávez y Hebe de Bonafini justo cuando se encuentra el presidente Bush en el continente? ¿Acaso es inteligente generarse un enemigo de tamaña dimensión, gratuitamente? Seguramente en este suplemento habrá quienes tengan muchas respuestas para estos rudimentos. No obstante, en mi humilde opinión, creo que así como Menem abusó de las “relaciones carnales” que, dicho sea de paso fue él quien más las gozó, pareciera que ahora Kirchner con igual hedonismo apunta a intimar con el venezolano, usándonos otra vez como elemento intermediario no deseado a todos los argentinos. Me pregunto si eso es hacer política económica o, más miserablemente como estamos acostumbrados, estamos asistiendo a una nueva entrega de la soberanía y el patrimonio nacionales.

Horacio I. Cohen
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