ENTREVISTA
“A Krueger le gusta ser la mala”
Eugenio Diaz Bonilla, economista del candidato José Octavio Bordón
Por David Cufré
Eugenio Díaz Bonilla trabaja en un centro de investigaciones en Washington. Desde ese lugar, el economista que acompaña en su proyecto político a José Octavio Bordón cuenta que varios empresarios desaconsejaron meses atrás que se le diera plata a este Gobierno. Para 2003, prevé una economía en crecimiento y un dólar entre 2,4 y 2,6.
Después de que la Argentina decidiera no pagar al Banco Mundial, ¿cómo ve la negociación desde Washington?
–En el FMI, lo que ciertamente quieren es una transición ordenada y discutir un nuevo programa con el próximo gobierno. Después de la devaluación vinieron al país varias misiones del FMI y del Banco Mundial. Se entrevistaron con mucha gente, no sólo del sector financiero y de las privatizadas, sino también del sector productivo. Muchos de ellos les recomendaron que no le dieran plata a este gobierno. Sé que también hubo correos electrónicos desaconsejando financiar a esta administración. No puedo precisar nombres.
¿Qué opina de la estrategia negociadora de Lavagna?
–Lavagna es una persona inteligente. Lo ayuda que es especialista en temas comerciales, en los que hace falta garra y fuerza para negociar. Los resultados los veremos cuando termine todo. Me parece que es importante mantener un cierto equilibrio entre negociar con firmeza y evitar que quede la sensación de que alguien ganó y alguien perdió, para evitar intentos de revancha.
¿Y hasta ahora cómo lo ve?
–No puedo opinar porque no conozco los detalles de lo que se discute. Muchas veces lo que sale en los diarios difiere de lo que está pasando adentro. Por ejemplo, gente del Fondo me dijo que a Anne Krueger le encanta aparecer como la mala, porque le levanta su perfil de negociadora.
¿Cómo imagina el 2003?
–Soy optimista respecto de las potencialidades de la economía argentina y además, como estamos tan bajos, aunque más no sea por el efecto rebote tendríamos que empezar a crecer. Hay dos cosas que podrían complicar la recuperación. Una es que se debe terminar de resolver la crisis del sistema financiero, porque sin crédito no hay crecimiento. El segundo tema es dar un marco de estabilidad política. Hay que generar las condiciones para realizar una transición política sin bandazos. Los candidatos que figuran primeros en las encuestas no tienen la vocación o la capacidad de diálogo democrático para generar un consenso nacional.
Entonces, ¿hay que esperar un año de caída económica?
–Diría que si resolvemos el problema bancario y logramos una transición ordenada, que son dos supuestos no menores, la economía arrancará con mucha fuerza. De todas maneras, aun sin esos requisitos va a arrancar con alguna fuerza porque las exportaciones están mejorando y hay un proceso de sustitución de importaciones.