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Las empresas están ganando plata. Las economía, con algunos tropiezos, sigue creciendo y continuará en ese sendero el próximo año. La aceptación de la propuesta argentina para salir del default superará el 60 por ciento. El Presupuesto 2005 aumentará el superávit fiscal primario, si bien ese ajuste no satisfacerá al FMI, es una señal de continuidad en la ortodoxia en el manejo de las cuentas públicas. La política monetaria no se alterará, estrategia que es bien recibida por los analistas de la city. Entonces, ¿qué hay que esperar para invertir en activos de riesgo? Esto se preguntaron, luego de enumerar esas condiciones arriba señaladas, algunos corredores de peso en el mercado. Y la respuesta que encontraron fue que, sin una actitud desenfrenada, había que empezar a acumular papeles empresarios.
El mes pasado fue el momento de los títulos públicos. Y éste será el de las acciones. Así piensan los principales operadores del recinto. No esperan un boom ni nada que se le parezca porque no hay ni condiciones locales ni internacionales para que haya uno. Pero tampoco para que no pase nada en el mercado. No existe un flujo de capitales relevante hacia los que en algún momento se denominaron mercados emergentes. Y así se puede comprobar en el resto de las bolsas de la región, que no están registrando recorridos de envergadura. Por lo tanto, afirman en 25 de Mayo y Sarmiento, no habrá que esperar un ingreso masivo de fondos. De todos modos, en un plaza que se ha reducido, y no sólo la argentina, ciertos inversores sostienen que las oportunidades no hay que desperdiciarlas por caprichos ideológicos. Esto es: más allá del discurso “progresista” del Gobierno que intranquiliza las almas de muchos, admiten que esas palabras no se traducen en la práctica. Con esa pura lógica de negocios, varios pesos pesado del mercado han iniciado la estrategia de posicionarse en activos de riesgo. Son los mismos que luego liquidan sus tenencias cuando los rezagados se convencen de lo que ellos observaron con antelación.
Esa presencia explica la firmeza que han mostrado las cotizaciones de los títulos públicos, así como también la de un grupo de papeles empresarios. Ellos sostienen que la plaza local ha sido invadida por consultores y asesores sin experiencia, que piensan que inculcando miedo a los inversores podrán retenerlos como clientes. Pero que esa estrategia será de corto alcance puesto que cuando esos dueños de capitales se empiecen a dar cuenta que están perdiendo opciones de buenos negocios buscarán otros rumbos, desprestigiando a esos “amateurs ideologizados”.
Sin embargo, y como enseña la experiencia reciente y lejana, nada es para siempre en la city. Por eso mismo lo importante es aprovechar las olas positivas, aconsejan los corredores que ya vieron pasar malas y buenas por decenas.