AGRO
Ganancias en dólares
Acelerada recuperacion de precios de campos
Por Susana DIaz
Las entidades representativas del agro están preocupadas. Los precios de los campos están volviendo a sus tradicionales valores en dólares, lo que sin duda es una buena noticia para los propietarios. Sin embargo, nunca falta el funcionario que advierta estas minucias con el ojo del recaudador. En la provincia de Buenos Aires, según lo dispuesto por la reciente ley 13.003, ya se comenzó a trabajar en el revalúo inmobiliario para el año próximo. Aunque por ahora sólo se piensa en la tierra libre de mejoras de los inmuebles rurales y subrurales, no existe seguridad de que, frente a la necesidad, la revaluación se extienda a todos los campos.
El precio de la tierra, como el de cualquier capital, está vinculado con su rentabilidad. Se trata de un tema muy estudiado por los primeros economistas, allá por los albores del capitalismo. Los clásicos decían que cualquier desviación de esta ley sólo podía ocurrir en el corto plazo. La devaluación de 2002 fue uno de estos fenómenos coyunturales. Junto con la moneda también se devaluaron, aunque no siempre en la misma proporción, la mayoría de los activos. En las zonas más ricas de la Pampa Húmeda, los precios en dólares de los campos llegaron a perder hasta el 40 por ciento. La nueva realidad se sumaba al lento deterioro de los precios producto de la recesión iniciada en 1998. El efecto no se hizo esperar. El capital extranjero no tardó en advertir el negocio. Las ventas de tierras se aceleraron. En 2002 las ofertas de campos argentinos comenzaron a ser habituales en los principales diarios económicos del mundo. El fenómeno cobró tal magnitud que llegó incluso al debate político, donde se escucharon propuestas para impedir por ley la venta de tierras a extranjeros, posibilidad que, sin duda, no reparaba en el abanico de ficciones societarias posibles.
La sencilla ley de la oferta y la demanda comenzó a poner las cosas en su lugar: campos de 4000 dólares la hectárea en los ricos distritos de Pergamino o Junín, que tras la devaluación llegaron a cotizarse a poco más de 2000 dólares, ya se encuentran en los 3500 dólares. Frente a la posibilidad de que al fisco se le ocurra participar de este revalúo, las entidades agropecuarias realizaron su propia interpretación. “Los valores actuales de plaza están distorsionados”, sostuvo Coninagro. “Los valores de mercado de la tierra en distintas regiones de la provincia de Buenos Aires se hallan, para este año, en niveles sensiblemente superiores a los promedios históricos en pesos de los últimos años”, afirmó la entidad. Lo cual, en pesos, es rigurosamente cierto. Lo mismo ocurre con la producción, sus precios en pesos son “sensiblemente superiores”. De allí la vuelta a la normalidad en el precio de la tierra.