La llegada al trono en Arabia Saudita de Salmán bin Abdulaziz se ha convertido en una fiesta para millones de personas, ya que el monarca comenzó a regalar dinero al pueblo. El rey Salmán, sucesor en el trono de Abdalá, decidió donar 32.000 millones de dólares para mejorar los sistemas de agua y electricidad, al mismo tiempo que ofreció una remuneración para los empleados estatales, soldados, estudiantes y pensionistas, así como generosas subvenciones a diversas asociaciones profesionales y clubes literarios y deportivos, informó The New York Times. “Querido pueblo, ustedes merecen mucho más”, escribió el rey en su cuenta oficial en Twitter. El generoso gesto del rey no ha sido aprobado por todos los políticos, ya que algunos consideran que no es un momento oportuno: el precio del petróleo, producto del cual Arabia Saudita recibe el 90 por ciento de sus ingresos, ha caído significativamente. Los analistas estiman un descenso del 20 por ciento en los ingresos para 2016.