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“Para saber quiénes mandan en un país, hay que ver adónde va la renta que se genera. En la transición entre la Argentina agraria y la industrial, la apropiación estatal de la renta proveniente de la exportación de cereales en 1946 (que antes era de los exportadores) fue el indicador que marcó la hegemonía del sector industrial. Ahora estamos en pleno florecimiento de la renta captada por el sector financiero, por las empresas privatizadas y por las petroleras. Veamos qué ocurre con la renta petrolera. Esta renta consiste en la diferencia entre el precio internacional del petróleo y los costos de producción, multiplicada por los volúmenes producidos. En la Argentina, esa renta es incautada por las empresas, que venden el petróleo en el mercado interno como si fuera importado. Para que se entienda mejor: es como si en Buenos Aires se pagara por el kilo de carne producido en la Argentina, lo mismo que en Tokio, Londres o Berlín, con independencia de los costos locales. El hecho de tener petróleo y extraerlo a costos menores que el precio internacional es un regalo de la naturaleza, que debe aprovechar a todo el país y no sólo a las empresas petroleras. Cuando la empresa petrolera es estatal, esa diferencia es el equivalente de un impuesto; pero cuando es privada es la apropiación indebida de una renta. Que quede claro que la renta es diferente del beneficio empresario a que tienen derecho las compañías. ¿Cuál es el monto de esa renta? De acuerdo con cálculos de la Cepal, que fijan órdenes de magnitud, la renta petrolera argentina en 2000 fue de 6012 millones de dólares. Esta cifra resulta del costo de producción de 2,6 dólares por barril y del precio de venta interno de 24 dólares por barril, con lo cual obtiene una renta de 21,4 dólares por barril, que debe multiplicarse por los 281 millones de barriles producidos. En una política que resguarde el interés nacional, es fundamental que esa renta sea captada por el Estado, tanto mediante la recuperación de la empresa estatal (o la creación de una nueva) como por aplicación de impuestos que la grave en su totalidad”.