ARNALDO BOCCO PRESIDENTE DEL BANCO DE INVERSION Y COMERCIO EXTERIOR
“Nos dejaron caer y ahora nos maltratan”
¿Por qué se está propagando la crisis en la región?
–Hay problemas comunes y particulares. La situación de Brasil está fuertemente influenciada por el período eleccionario. La crisis nuestra sí es culpa del modelo, como dijo Duhalde. Chile se salva porque tiene una consistencia de 20 años de política de exportaciones, de solvencia fiscal y de reinversión de utilidades de los empresarios chilenos en su país.
¿Cuál es la razón entonces de esta simultaneidad?
–Hay que tomar muy en cuenta la crisis del mercado de capitales de Estados Unidos, que aún va a ser mayor. Luego de las vacaciones, los inversores van a seguir desplazándose hacia otros mercados. Van a seguir apareciendo balances dibujados en bancos y compañías tradicionales. Y la actitud de Washington ante esto fue golpear a la región sudamericana para encubrir sus falencias. Lo que está logrando Bush es similar a lo que consiguió su padre: perder posiciones en el resto del mundo frente a Europa. Está destruyendo lo que logró Clinton. Ninguna otra administración norteamericana hubiese dejado caer a Argentina así.
¿No va a llegar el apoyo de Estados Unidos, entonces?
–No sé, pero si no lo hace, Argentina se ve en la posibilidad de estructurar una alianza local distinta con Brasil y una internacional con Europa. Esto incluso va a terminar influyendo en la Organización Mundial de Comercio.
¿Por qué?
–Porque Europa resignó posiciones en América latina y en este esquema va a volver a la carga para recuperar la región. Hasta hace poco, parecía que Estados Unidos se iba a quedar con las empresas privatizadas y ahora, con esta actitud del gobierno norteamericano, se alejan de la región.
¿Podrían apoyar a Brasil y Uruguay y no a Argentina?
–Argentina tuvo en los últimos años un alineamiento incomprensible con Estados Unidos, que tiene bastante que ver con la crisis actual. Washington cuenta con que Argentina no va a cambiar su actitud aún con este maltrato. Somos el alumno que lleva la manzana. No se puede comparar con Brasil.
¿La evolución de la crisis será común a los tres países?
–Pocas veces desde la crisis de la deuda en 1982 se abrió un espacio de cooperación comercial, financiera y política como el que se abre ahora. Es el momento de cerrar fuerzas en una protección y en un blindaje de la soberanía económica regional. Estados Unidos nos dejó en el medio del camino, empantanados y sin luz. No fue un buen socio ni aliado.
¿Se verá esa posibilidad en el país o seguirán predominando las ideas de la década pasada?
–El país, con datos de julio, está mostrando síntomas fehacientes de recuperación económica. Aumentó el consumo de energía eléctrica, de telefonía, de servicios turísticos y varios sectores están arrancando. Estamos yendo hacia una economía con un importante perfil exportador y con un fuerte proceso de sustitución de importaciones. Tenemos ventajas competitivas que antes no teníamos, una enorme posibilidad de colocar nuestra producción en el mundo. Aun en medio de las dificultades, se está viendo que el cambio fue fructífero. Se ve claramente que el modelo de la década pasada fue un error.