¿Cuántos talleres ilegales hay?

–Antes del incendio en Caballito se calculaba que había entre 5000 y 6000 talleres; en la actualidad, producto de la presión de las inspecciones y de los medios, ha habido un reacomodamiento. Ahora debe haber entre 3000 y 3500 en la Capital. Pero esto no significa que se haya reducido la cantidad sino que se relocalizaron. Se incrementó la cantidad de talleres clandestinos en la provincia de Buenos Aires, donde los controles son menores, y se produjo una mudanza interna de talleres hacia las villas.

¿Qué pasa hoy en la industria?

–Luego de la devaluación, la sustitución de importaciones y el bajísimo costo de mano de obra permitieron que crezcan los talleres y el trabajo en blanco en las fábricas. El balance de aportes del Sindicato de Obreros de la Industria del Vestido y Afines alcanzó en 2005 los 5 millones de pesos y al año siguiente se duplicó. Ahora muchas fábricas entre tomar gente en blanco y tercerizar a los talleres clandestinos de provincia deciden hacer lo primero, porque en realidad la ecuación económica es casi lo mismo. El sueldo del convenio de un costurero está de 1000 a 1200 pesos y el costo logístico es mucho mayor si se terceriza.

¿Por qué es tan difícil salir de la ilegalidad?

–La estructura de costos es la madre del trabajo esclavo. Por más que el Estado tenga una política activa de promoción para el blanqueo de los talleres, invirtiendo en infraestructura, otorgando créditos blandos o subsidios, con los precios que pagan a los talleres los fabricantes para confeccionar las prendas a la larga el único camino es la quiebra o a la clandestinidad.

¿Entonces no hay salida?

–Para redistribuir la estructura de costos en Capital, para que los talleres puedan estar habilitados y pagar los sueldos de los convenios, es necesaria una transferencia desde los fabricantes a los talleres de 18 millones de pesos mensuales sin modificar el precio.