Hector Recalde abogado laboralista
“Se genera una subclase”
“El fraude radica en ponerle simbólicamente a un tipo que está con mameluco un guardapolvo blanco encima. La simulación de la pasantía lleva a minar el colectivo laboral, porque genera una especie de subclase, que sirve además para atomizar la fuerza del movimiento sindical. Los pasantes se suman a una serie de fraudes que aparecieron después de la reforma laboral que empezó en 1989. Son la variante moderna, pero el fraude ya había comenzado con los contratos de aprendizaje. Hubo y hay casos donde un establecimiento tuvo más pasantes que trabajadores en blanco. El Ministerio de Trabajo no controla nada, porque delegó su poder de policía, y por eso hay 44 por ciento de trabajadores en negro. La pequeña empresa suele ser la que más viola la ley, pero eso no es porque las grandes no lo hagan. Las grandes directamente hacen las leyes a su medida. Esto comienza como elusión pero se transforma en fraude porque vulnera el principio de la primacía de la realidad. No importa el nombre, lo que importa es la naturaleza de la relación laboral. La pasantía en algunos casos está bien utilizada y es un avance, porque permite que el estudiante universitario salga de la teoría y vaya a la práctica. Pero el fraude avanza porque el ejército de reserva industrial es descomunal. Un 17,8 de desocupados hace que el que se rebela sea un valiente, porque el temor al despido es paralizante. La desocupación es un elemento disciplinador, y ese miedo se proyecta hasta después de perder el empleo.”