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Un artículo aparecido en el diario Folha de San Pablo el pasado viernes, titulado “Lula se mudó a Argentina”, resumía el estado de ánimo de un importante sector de la sociedad brasileña. Con la firma de uno de los más prestigiosos columnistas políticos de Brasil, Clovis Rossi, la columna sostenía que el presidente Néstor Kirchner “está haciendo precisamente lo que la gente tenía el derecho a esperar de Luiz Inácio Lula da Silva”.
“Kirchner, antes de ser elegido, decía, una y otra vez, que no abandonaría los principios a la puerta del palacio de gobierno, como ya hicieron tantos. Parecería increíble, pero realmente no los abandonó, al menos hasta ahora”, sostuvo el analista.
Rossi recordó que, en su primer mes de gobierno, Kirchner tocó a “todos los demonios argentinos: los militares, la Policía Federal, el Fondo Monetario Internacional y, ahora, los capitales golondrina”. Según el columnista, las medidas de control de capital anunciadas en Argentina representan un reto a “la dictadura de la ortodoxia, que insiste en considerar ese tipo de medida como un pecado mortal, digno, por lo tanto, de excomunión”.
“Lo divertido es que el control de capitales está siendo adoptado por fuerza del claro desmentido de los hechos a otro dogma ortodoxo, el que dice que decretar una moratoria significa que ni un centavo más –ni de dinar iraquí– sería invertido en el país. Argentina lo hizo y, no obstante, el dinero que ingresa es tanto que derriba la cotización del peso y, por lo tanto, perjudica las exportaciones”, destacó.
“No se trata de defender la moratoria por la moratoria. Si todos los países pudiesen pagar un día sus deudas, belleza pura. Pero cuando otras prioridades igualmente impostergables son perjudicadas por el pago de la deuda en los términos pacatados”, es suficiente para “adoptar una moratoria o cualquier otra heterodoxia”, argumentó.
Rossi finalizó su comentario recordando que “al contrario de lo que dicen los profetas del miedo, el apocalipsis, en Argentina, no provino de medidas heterodoxas”.