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“El crecimiento del empleo es inferior en la mayoría de los casos al que tendría que producirse teniendo en cuenta el crecimiento de la actividad, así que tenemos presencia de trabajo en negro o utilización excesiva de la jornada con horas extras de los mismos trabajadores registrados. Esas son las dos variables posibles. El textil es un nicho de trabajo no registrado, como construcción y calzado, aunque eso no quiere decir que no haya más. Hablando con las empresas del vestido nos reconocían que con relación a la cantidad de tela vendida sabían que hay entre un 60 y un 65 por ciento de trabajo en negro. En cueros y calzados hay dos niveles distintos: por un lado, hay una industria de empresas medianas muy tecnificadas que trabajan a pedido para mucha calidad y poca cantidad, y por el otro está el pequeño taller que se perdió en los ‘90 cuando se hizo importador, que era trabajo-intensivo, y que ahora está empezando a salir a flote, pero con trabajo informal.”