Después de seis años de ausencia en la pantalla grande, el documentalista estadounidense Michael Moore atacará nuevamente en septiembre próximo en el Festival Internacional de Cine de Toronto, con la presentación de su última producción, Where to Next Invade (Dónde invadir próximamente), en la que desmantelará el modo en que su país ha expandido su hegemonía mundial sin importar el costo. Estados Unidos, nuevamente en la mira del autor de Bowling for Columbine y Farenheit 9/11, esta vez es utilizado como el ejemplo perfecto de aquella vieja premisa de que “el fin justifica los medios”. En este nuevo documental, Moore estudia el afán estadounidense de crear enemigos para poder sostener su infraestructura bélica, una estrategia que en los últimos tiempos viene utilizando con más o menos intensidad y visibilidad, observada bajo el prisma corrosivo que caracteriza los trabajos del documentalista más controversial de los últimos tiempos. “¿Existe una necesidad de tener en forma constante un enemigo? ¿Dónde está el próximo enemigo para que podamos sostener toda esta maquinaria militar-industrial viva, todas esas empresas que hacen un montón de dinero con este negocio?”, dijo el director en relación a su nueva película, que fue rodada en tres continentes.