El dramaturgo argentino Jorge Díaz, uno de los más prolíficos y premiados autores teatrales en Chile, murió a los 77 años víctima de un cáncer de esófago. Díaz nació en Rosario, Argentina, en 1930, hijo de inmigrantes españoles, pero se radicó definitivamente en Chile desde 1994, tras haber vivido en España desde 1964. Fue autor de más de 90 obras de teatro, entre las cuales 40 fueron dedicadas a niños. Entre sus trabajos más importantes pueden mencionarse El cepillo de dientes, Topografía de un desnudo, Pablo Neruda viene volando y El velero en la botella. Gran parte de su carrera teatral estuvo ligada al grupo Ictus, a cuyos integrantes conoció el año 1959.

De profesión arquitecto, alcanzó prestigio como dramaturgo, escenógrafo y director teatral. Díaz recibió el Premio Nacional de Bellas Artes, Comunicación y Audiovisuales de Chile, en 1993; el premio Antonio Buero Vallejo, de Guadalajara, México, en 1992; el premio de teatro Centenario de la Caja de Ahorro de Badajoz, España, en 1989; y el premio Palencia de teatro de España, en 1980, entre otros. En sus comienzos, sus obras se vincularon al teatro del absurdo y muchas se destacaron por su fuerte orientación social, llenas de sátira a la realidad latinoamericana. A partir de un lenguaje directo, pleno de humor y sarcasmos, Díaz escribió también numerosos guiones para radio y televisión. En los últimos años vivía solo en un departamento, pero pasaba largas horas en un conocido café de la avenida Providencia, donde mantenía largas tertulias con amigos y conocidos. Alguna vez dijo de sí mismo: “No vengo del lenguaje. No soy un escritor, sin un grupo detrás no puedo escribir ni una línea. Soy un arquitecto que ve las palabras en el espacio”.