Al cierre de esta edición, la apertura del Quilmes Rock se encaminaba a un final a todo trapo con Divididos. El primer concierto del festival arrancó con los californianos Bad Religion, cuyo cóctel de punk melodioso hizo las delicias de las pocas personas presentes en la cancha de River, que aplaudieron un contundente set de 50 minutos. Los que fueron llegando después se sorprendieron de que la banda ya hubiera tocado (incluso hubo quienes protestaron aduciendo que habían ido “sólo por Bad Religion” y no entendían que hubiera tocado a las 17). De todos modos, y aunque se veía mucha más gente en el campo que en las plateas, la noche se fue calentando con Attaque 77 (que dedicó “Setentistas” a “los 30 mil compañeros desaparecidos”), Las Pelotas (que combinó clásicos y canciones de su flamante disco Basta) y Catupecu Machu. La gran incógnita de la noche era si Las Pelotas y Divididos finalmente llevaban a cabo un encuentro cumbre para tocar canciones de Sumo.