Fundada en 1988 como un ámbito de estimulación, promoción y difusión de películas realizadas por mujeres, la asociación cultural La Mujer y el Cine es actualmente un referente mundial en dicha materia, tanto como para celebrar sus veinte años de labor ininterrumpida, entre hoy y el domingo en el Malba (Figueroa Alcorta 3415). Todo comenzará hoy a las 22 con un homenaje a la recordada María Luisa Bemberg, una de las fundadoras junto a Lita Stantic, Sara Facio, Beatriz Villalba Welsh, Susana López Merino, Gabriela Massuh y Marta Bianchi. Se proyectará Yo, la peor de todas, y hasta el domingo se exhibirán películas premiadas en festivales internacionales en los que participó La Mujer y el Cine, precedidas por cortos argentinos ganadores, con entrada gratuita (ver recuadro). La actividad cuenta con el auspicio de PáginaI12.

Desde su creación, La Mujer y el Cine realizó, entre otras actividades, seis festivales internacionales de cine dirigido por mujeres, una muestra de cortos de Latinoamérica y el Caribe en Beijing durante la IV Conferencia Mundial de la Mujer en 1995; integró durante diez años el Festival Internacional de Mar del Plata con una sección que llevaba el mismo nombre, y organizó nueve concursos de cortos y videos, donde comenzaron a lucirse directoras como Lucrecia Martel, Julia Solomonoff, Paula Hernández, Anahí Berneri, Carmen Guarini, Ana Katz, Gabriela David, Mercedes García Guevara, Patricia Martin García, Vivian Imar, Sabrina Farji, Teresa Constantini, Alejandra Tornchik, Norma Angelleri y Vanesa Ragone, entre otras.

“Nuestra perla fueron los concursos nacionales de cortos porque ése fue un espacio donde las jóvenes realizadoras encontraron y siguen encontrando (porque los seguimos haciendo) un espacio de legitimación de ellas como directoras y una posibilidad de acceder al público. Hoy podemos decir que casi la mayoría de las directoras argentinas destacadas hoy en la cinematografía nacional pasaron por esos concursos”, señala Marta Bianchi, presidenta de la asociación, cuya comisión directiva la completan Graciela Maglie, Ana María Muchnik, María Victoria Menis, Julia Solomonoff, Sabrina Farji, Elena Antonietto e Ivonne Fournery. Actualmente, La Mujer y el Cine coordina muestras de cine internacional y nacional de largos y cortos con festivales y muestras interncionales (Santo Domingo, Fémina de Río de Janeiro, Cortisonici de Varese, Punta del Este, Punta Arenas) y nacionales (Tilcara, Tandil Cine, Córdoba, Salta y Esquel).

–¿Cuáles son los objetivos que se planteó la asociación desde su creación?

–El objetivo fue estimular a las mujeres a ejercer roles de liderazgo en el cine y promover una producción creativa que no siempre contaba con el apoyo de los circuitos de distribución y exhibición y hacer circular esas obras hacia espacios más abarcativos y competitivos. Nos enfocamos a la dirección porque era el lugar más esquivo para las mujeres que estábamos expandiéndonos hacia todas las áreas sociales. Dentro del cine, ése fue el rol más esquivo para la mujer, considerado históricamente masculino, aunque siempre hubo mujeres en todas las décadas dirigiendo, pero no lograban continuidad. Precisamente es el rol, el espacio, el lugar donde se tiene el poder para decidir qué se va a contar, cómo y desde dónde.

–Una de las características de la asociación es que promovió la libertad creativa, es decir que no sólo se hicieran películas con temáticas de género. ¿Por qué lo pensaron así?

–Porque pensamos que lo importante era que la expresión cinematográfica también contara con una representación de las mujeres. Somos nada menos que el 50 o el 52 por ciento de la población del mundo. Pero las mujeres filman sobre todos los asuntos humanos y abordan los más diversos géneros y estilos narrativos. Nunca pensamos en un cine de temática femenina. Esas son otro tipo de actividades. Por ejemplo, en “Encuentro en el cine”, que es un programa de género del Incaa que yo coordino, hemos hecho alguna cosa conjunta con La mujer y el Cine: selecciono películas dirigidas por mujeres o por hombres que aborden temáticas que nos interesan para debatir a partir del género. Pero La Mujer y el Cine siempre se dedicó a estimular la expresión cinematográfica de la mujer. Que no solamente completa y enriquece la expresión cinematográfica sino que también amplía nuestras miradas como espectadores sobre diversas temáticas.

–¿Y qué lugar ocupa hoy la mujer en el cine?

–En la Argentina, un lugar muy importante. A partir de finales de siglo pasado y principios de éste, se produjo una explosión de mujeres dirigiendo y también en otros roles, detrás de la cámara. Creo que en eso tiene mucho que ver la gran cantidad de escuelas de cine que hay en nuestro país, que tienen una currícula muy importante tanto de mujeres como de varones. También esto es un fenómeno global. Las mujeres cada vez van ganando más espacios, preparándose más, por lo menos en el mundo occidental. Pero el fenómeno argentino es muy interesante.

–¿Qué recuerdo tiene sobre la labor de María Luisa Bemberg en el crecimiento de la asociación?

–Ella fue una de las fundadoras. María Luisa fue la única mujer que había logrado en esos años (y hasta el momento) haber dirigido seis películas. Y ella fue una mujer fundamental para la modificación del imaginario femenino en el cine. Con María Luisa Bemberg aparecen personajes de mujeres sujetos de su propio deseo y responsables de construir su destino.

–¿Cómo observa la nueva camada de realizadoras en estos años?

–Me parece muy interesante la aparición de una cantidad de mujeres muy importante en la Argentina, de las cuales hay unas que tienen más talento que otras, como entre los varones. Hace falta mucha cantidad para que surjan grandes talentos.