CINE › OCHO FILMS ARGENTINOS EN SAN SEBASTIAN
La avanzada latinoamericana desembarca en tierra vasca
Iluminados por el fuego y El aura competirán en la sección oficial del festival donostiarra.
Por HORACIO BERNADES
Desde San Sebastian
Una ventana para el cine argentino, latinoamericano e hispanohablante en general: eso es lo que el Festival de San Sebastián suele abrir cada mes de setiembre, y la edición de este año, que empieza este jueves, no será la excepción. Con El aura e Iluminados por el fuego como cabezas de flota, el cine rioplatense desembarca en esta 53ª edición del festival donostiarra con cerca de una decena de títulos, que se desparramarán por todas las secciones del evento y en varios casos están en condiciones de aspirar a importantes premios. Géminis, Como pasan las horas, Ronda nocturna y las aún inéditas Monobloc, La demolición y Los suicidas (esta última en su debut internacional) son otros de los créditos argentinos que aterrizarán en tierras vascas. Todos ellos llegan con la esperanza de lanzarse desde aquí al mercado europeo, aprovechando el carácter de vidriera latinoamericana que el evento tiene, abriéndose una lógica y nerviosa expectativa entre las nutridas delegaciones que irán llegando desde Buenos Aires.
Comparando con la veintena de títulos aportados en la edición anterior del Nazioarteko Zinemaldia (nombre en vasco de este festival), los ocho que el cine argentino presenta este año pueden sonar escasos y tal vez lo sean. Nada hubiera impedido, por ejemplo, que La dignidad de los nadies, el nuevo film de Fernando Solanas (que viene de ganar cuatro premios en Venecia) hubiera sido elegido para San Sebastián, teniendo en cuenta que el evento presenta, en una de sus secciones, films exhibidos en otros festivales de la misma categoría. Pero también es cierto que mientras el año pasado había una cincuentena de películas listas, este año la producción no alcanza esa desmesura. De allí también seguramente que, de las tres que en septiembre de 2004 participaron de la competencia oficial aquí (El perro, Roma y El cielito) este año la representación criolla se reduzca a Iluminados por el fuego y a El aura, que se estrena esta semana en la Argentina. Avalada la primera de ellas por los varios premios y ayudas recibidos en la edición anterior de este mismo festival (se presentó, inacabada, en la sección “Cine en construcción”) y por la extraordinaria repercusión de público lograda en su primera semana en cartel en Buenos Aires, descansando el film de Bielinsky en sus altos valores artísticos y de producción (y en el carácter de coproductor del español Gerardo Herrero, que talla fuerte aquí), para alzarse con algunos de los premios mayores ambas deberán vérselas con un pelotón de diecisiete competidoras. Entre ellas, las nuevas de Terry Gilliam (Tideland), Michael Winterbottom (A Cock and Bull Story), y el serbio Denis Tanovic, el mismo de El último día, que presentará aquí su opus dos, L’enfer. El aura tendrá su presentación oficial el próximo sábado, mientras que la película de Tristán Bauer lo hará el martes 20. Ambas serán representantes no sólo de la Argentina sino del resto de Latinoamérica, teniendo en cuenta que en esta ocasión el comité de selección de San Sebastián no ha elegido, para la competencia oficial, a ningún otro film de la región.
Sí han llegado hasta esta espectacular ciudad a orillas del Cantábrico, arrastradas por los vientos de su repercusión en Cannes, las mexicanas Batalla en el cielo y Sangre, seguramente para seguir desparramando el perfume del escándalo. Siguiendo dentro de la región, tendrán aquí su debut internacional la versión de La mala hora que trae el brasileño Rui Guerra –titulada O veneno da madrugada– y la uruguaya La perrera, que cuenta con la producción y el aval de los realizadores de Whisky, Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll. Ambas tienen participación argentina en la producción. Con cuatro títulos sobre dieciséis, el cine criollo domina la sección “Horizontes latinos”, en la que aparecen representantes de Brasil, México, Uruguay y Chile. A su turno, Los suicidas (opus dos de JuanVillegas luego de Sábado) compite por el premio Altadis-Nuevos directores en la sección Zabaltegui. Que es, después de la oficial, la segunda en importancia del festival.
Por lo demás, se espera aquí la llegada de Abel Ferrara, no sólo para presentar Mary (que viene de ganar el Premio Especial del Jurado en Venecia) sino también el conjunto de su obra, ya que San Sebastián le dedica este año una retrospectiva completa, que incluirá hasta los trabajos menos vistos y conocidos de este neoyorquino extremo y siempre polémico. Se espera también por estas playas al legendario Ben Gazzara –figura icónica del cine de John Cassavetes– y al gran Willem Dafoe, destinatarios de sendos premios Donostia a la trayectoria. La señora Anjelica Huston preside este año el jurado oficial, ladeada entre otros por el escritor chileno Antonio Skármeta, el realizador francés Claude Miller y nada menos que Dean Tavoularis, el fabuloso director de arte de El padrino, La conversación y Apocalypse Now!
¿Sensibilizará la reconstrucción malvinera de Iluminados por el fuego a quien supo conjurar en Filipinas el fantasma de un Vietnam imaginario? ¿Sintonizarán él y sus colegas del jurado con el excelso clasicismo de El aura? ¿Conquistará el resto del lote argentino a los restantes jurados? Si las preguntas generan algún nerviosismo, es seguro que las tendidas playas de San Sebastián, la finisecular distinción de su casco urbano y las exquisiteces de la cocina vasca serán suficientes para aplacarlo.