Cuatro años atrás y gracias a la sórdida, cruel, a pesar de todo ello irónica May, un menos que treintañero llamado Lucky McKee se convirtió, de la noche a la mañana, en gran esperanza blanca del cine de terror contemporáneo. Tanto, que pudo dirigir un episodio de Masters of Horror, casi sin que el título de la serie le quedara grande. Ahora, Mr. McKee vuelve con The Woods, que en la Argentina edita el sello LK-Tel, con el título Voces en el bosque.

Suerte de reconversión al género de la francesa Innocence, Voces en el bosque transcurre en un internado, aislado en medio de la tupida arboleda. Hasta allí llega una adolescente a quien su odiosa madre prácticamente deposita, para no verla nunca más. En su estancia y en forma sucesiva, Heather descubrirá tres cosas: 1) peor que una madre es una institutriz; 2) peor que una institutriz, una bruja; 3) peor que una bruja, tres. Voces en el bosque confirma lo que desde la española La herencia ya se sabía, y películas como la australiana Picnic en las rocas colgantes, la italiana Suspiria, la coreana Whispering Corridors y la propia Innocence no habían hecho más que confirmar: pasan cosas raras en los internados de señoritas.