Una de las características de Este tiempo podría ser la arrojada aproximación entre particularidad y generalidad, entre identidad y personalidad. Cada tema del disco es producto de una reflexión sobre sí mismo, una individualidad que se recoge y se expande hacia los otros temas –incluso hacia algún rasgo del disco anterior–, a partir del sonido de la banda y el oportuno aporte de invitados como Richard Nant (fliscorno, percusión), Juan Falú (guitarra y voz), “Pitufo” Lombardo (percusión), Fito Páez (voz y teclados). Y de Ramón Ayala, que recita con una voz que, hablando de tiempo, se resiste maravillosamente al ahora. “Quise que Ramón pusiera una glosa en ‘Antiguo barracón’ –explica Herrero–. Fogwill siempre me reprochó que en Litoral no tuve en cuentas las glosas, un elemento constitutivo del chamamé, que él conocía muy bien. En ‘ABC’ le pedimos a Pitufo Lombardo una marcha camión para poner al final. Fue una sugerencia de Guillermo Klein, otro de los músicos que están muy presente en el disco, con ideas y sugerencias, además de ‘Se me va la voz’, un tema suyo, maravilloso”.

“Siempre quise hacer un tema de Carlos Aguirre, que como Spinetta o Jaime Roos es uno de esos compositores que condicionan con su estilo –sigue Herrero–. Es muy difícil salirse de sus versiones y eso requirió un trabajo atento. En el caso de ‘Tema del hombre solo’, Roos compuso un candombe canción y el estupendo arreglo de Alan Plachta lo concibió desde un pie rítmico distinto, ternario. Eso me pareció bueno, porque en realidad era un homenaje a Eduardo Mateo, figura importantísima y amigo de Roos, además de inventor del candombe en tres.” Herrero no tiene dudas en poner entre lo más logrado del disco a “Un punto solo en el mundo”, el tema de Diego Schissi. “Me acuerdo de que cuando estábamos grabando le pedí que me dejara cantar en el aire, sin tantos acordes. Justamente como ‘un punto solo en el mundo’. Diego tomó esa idea y creó una textura maravillosa, sobre la que me siento volar cuando canto.”