La Compañía Nacional de Teatro Clásico de España fue creada por Adolfo Marsillach en 1986 con el propósito de rescatar obras de repertorio para el espectador contemporáneo, como subraya en diálogo con Página/12 el actor Arturo Querejeta (intérprete del Duque de Ferrara, en El castigo sin venganza) al destacar la tarea del combatido Marsillach. En aquel año, la CNTC (actualmente con sede en el Teatro de la Comedia, de Madrid) estrenó en Buenos Aires una versión de El médico de su honra, de Pedro Calderón de la Barca, y en 1988 coprodujo las presentaciones de El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, interpretada por el elenco estable del San Martín, dirigido por Marsillach. Otra puesta de la CNTC tuvo lugar en 2001, en el Teatro Cervantes, con actores españoles conducidos por José Luis Alonso de Santos. En esa ocasión se vio La dama duende, de Calderón.