Pancho Chévez, Carina Spina, Maximiliano Lemos, Alejandro Davio, Demián Frontera, Beto Zacarías, Carlos Sosa, Rosita Boquete, Carlos Melo, Antonella Semaán, Raúl Romero, los bailarines de la compañía AMAR tango danza, son, junto a León Gieco, los protagonistas de Mundo Alas. La película, que Página/12 ofrece en video con su edición de mañana, a beneficio de la Fundación Garrahan. La película los muestra en toda su dimensión de artistas, como músicos, compositores, cantantes, baiarines, también pintores y locutores, presentadores, con chispa propia y alas abiertas. Pero es también la historia de la gira de un grupo de nuevos artistas, junto a otro “experimentado”, por diferentes provincias argentinas, con todo lo que implica la movida: los shows, los ensayos, la ruta, los hoteles, las relaciones humanas, las cosas que a veces salen bien y otras no tanto. Y es, además, un mosaico de historias de vida y de evoluciones artísticas.

Los integrantes de Mundo Alas son artistas con diferentes discapacidades: algunos son ciegos, o con síndrome de Down, o en silla de ruedas, cargan secuelas de parálisis cerebral o de hidrocefalia, no tienen brazos, o no tienen ni brazos ni piernas. Discapacidades que, como definen Silvina Mansilla y Patricia Knopf, autoras del libro Cuento con Alas –que también forma parte de este proyecto–, imponen la marca de la diferencia en un mundo que excluye lo diferente. Para poder mostrar cuán buenos artistas son, todos ellos tuvieron que vencer sus marcas, y la película que dirigieron Gieco, Fernando Molnar y Sebastián Schindel es una forma de contar cómo lo hicieron. Una pregunta atraviesa este documental, y atraviesa también a quien lo ve: ¿para qué quiero pies, si tengo alas?