Ana María Orozco se hizo conocer en la Argentina como la extraña criatura de una telenovela llamada Yo soy Betty, la fea, que guionó el colombiano Fernando Gaitán, situada en un universo aparte regido únicamente por los escalafones sociales que pauta la belleza. Allí se destacó por la emocionalidad de una heroína nunca entregada totalmente al grotesco de su look. Luego llegó la secuela en clave cómica Ecomoda, que la mostró tratando de encarar una vida conyugal, casada con el hombre que antes la despreciaba (Don Armando) y madre de un bebé. Radicada momentáneamente en la Argentina, filmó la película del Ratón Pérez, hasta llegar a la participación en el episodio Mara, alucinada de Mujeres asesinas. Paralelamente, se prepara para asumir el rol de Susana en la versión de Amas de casa desesperadas para Colombia, que se grabará en las mismas locaciones que utiliza el elenco argentino. En la adaptación para su país, será la separada, madre de una hija, obsesionada con el plomero rudo del barrio que aquí interpreta Juan Palomino.