No quiere hablar mucho de su próxima película, Caudillo, pero finalmente dice algunas cosas. Pequeños retazos, fragmentos de un guión que todavía se está escribiendo. “Yo me metí al cine para hacer películas de género: policiales, terror, ciencia ficción. Y ahora voy a hacer una bien de género, una de terror”, asegura.

–¿Y cómo llegó a una película de terror?

–En realidad, antes de Pi-zza... ya tenía escrita una película de terror y una de ciencia ficción. Y le ofrecí a Oscar Kramer –productor de Crónica de una fuga– la película de terror. Me dijo que no. Pero cuando regresó de Cannes, después de presentar la película de Héctor Babenco, me junté con él y me dijo: “¿Sabés lo que tenemos que hacer con vos? Una de terror”. Entonces, no le recordé el asunto de mi anterior guión. Sólo le dije que sí, a ver si se arrepentía. Y acá estamos, a tres semanas de terminar el guión con la gran colaboración de Luciana Piantanida.

–¿Por qué Caudillo?

–En realidad, Caudillo la empecé a escribir con Luciana cuando terminamos de hacer Disputas. Y era una metáfora de la lealtad peronista: el protegido de un político de pueblo que mata, inducido por el caudillo, al entorno que quería darle un golpe de Estado a su jefe. Pero se va de mambo y mata al hermano del caudillo. Entonces, el jefe lo manda a sacrificar. Ahora, para la película de terror voy a tomar algunos elementos de ese guión. Y va a ser algo que tendrá su similitud con el poder de los Juárez en el Norte. Esa cosa de macumba y tercer mundo. Está divertido.

–¿Se va a encuadrar dentro de la línea de las películas de terror actuales?

–No. Las películas de terror actuales son una sucesión de torturas y sangre. Son porno pero de terror. Yo imagino algo más cercano a El bebé de Rosemary, ese tipo de terror, que inquieta. Mi referente para esta película son los cuentos de Horacio Quiroga. El tipo era un genio absoluto. Y también el terror cotidiano, porque vivimos aterrorizados. El otro día vi que en un noticiero la sección de policiales está auspiciada por una empresa que fabrica puertas blindadas. Mi vecino todos los días me cuenta un robo. Y sobre todo me asusta el tachero diciendo que hace falta mano dura y pide que vuelvan los militares.