Más vale prevenir

En México, las ONG, autoridades ejecutivas y legisladoras se encuentran en pleno proceso de revisión de leyes e iniciativas que atentan contra los derechos de las mujeres, para revertir todo posible efecto negativo. La Ley de Atención y Prevención a la Violencia Familiar (que fue modificada para llevar el conflicto al ámbito privado), los cambios sobre guarda y custodia, aborto y trata de personas, son los temas de los encuentros que se llevan adelante por intermedio de la Comisión para la Revisión Legislativa en Asuntos de Equidad de Género. A partir de los debates, ya se ha elaborado el documento “Las posiciones de ultraderecha en la agenda pública”, extremadamente crítico hacia las medidas que en los últimos tiempos hicieron caso omiso de los reclamos del movimiento de mujeres, y el revuelo parece que dará frutos en breve.

Instantáneas del pasado

En Dover (Pennsylvania) se enseña que la vida es demasiado compleja como para haber surgido sólo a través de la evolución: un ente superior -sirviéndose del diseño inteligente– tuvo que haberla creado. Un instructivo libelo que circula por California afirma que, junto con nueve presidentes norteamericanos, Jesús es uno de los “grandes líderes” que ha hecho algún comentario acerca de la Biblia. En las escuelas públicas de Texas, niñas y niños aprenden que el matrimonio es un vínculo –sagrado– entre hombre y mujer (uno de cada lado, claro está), y l@s adolescentes que no quieran enfrentar embarazos o enfermedades venéreas pueden perfectamente recurrir a la abstinencia. Por último, Harry Potter –por no recordar al conflictivo y peligroso Bob Esponja–, por brujo y ocultista, tal vez esté llegando al fin de su popularidad si las furibundas diatribas de algunos grupos tradicionalistas logran su cometido. Podrá sonar a exageración, pero ése es el panorama actual en Estados Unidos, la tierra de las libertades individuales en riesgo y el retroceso del Estado laico. La avanzada conservadora, conforme con haber puesto en crisis los derechos de las mujeres –con lo que, si no lo desató, al menos alentó una oleada opositora a los derechos reproductivos en todo el mundo–, ahora centró sus acciones en las aulas, donde intenta –mediante demandas judiciales y operaciones mediáticas– desterrar teorías (positivistamente hablando) científicas para disminuir la brecha entre Estado y religión. Claro que mientras las ONG escudadas tras las tradiciones liberales batallan para evitar que lo laico pierda terreno, una encuesta reciente de Gallup arroja resultados capaces de sembrar pesimismo: el 45 por ciento de la población norteamericana está convencida de que Dios creó a los seres humanos hace 10 mil años.