La legisladora porteña Graciela Ocaña presentó un proyecto para que la red de subterráneos cuente con vagones exclusivos para mujeres por las mañanas, de 7 a 10 y de 17 a 19, solo de lunes a viernes, sin extensión a horarios nocturnos, ni de fin de semana. La trayectoria de Ocaña no se encuentra ligada al compromiso con las políticas de género ya que en su gestión como Ministra de Salud de la Nación se obstaculizaron abortos no punibles a niñas violadas y faltaron anticonceptivos.

En relación a la responsabilidad estatal de frenar el acoso en el transporte público, el año pasado, Ferrocarriles Argentinos lanzó la campaña “Pará la mano”, dirigida a que las mujeres sepan que pueden denunciar al 144 cualquier situación de apoyo, exhibicionismo, incomodidad o abuso en el tren y que los varones frenen con la violencia machista. El objetivo, además, es fomentar los lazos sociales entre pasajeras/os para que las niñas, adolescentes y mujeres puedan viajar libres y seguras. En vez de reducir las formaciones, días y horarios de viaje, el Estado tiene otras opciones para promover ciudades y traslados seguros para mujeres.

Por su parte la Red de Mujeres, a una semana de la marcha con la consigna Ni Una Menos, pide respeto y no segregación. “Expresamos nuestra preocupación e indignación por el proyecto de ley que presentó la legisladora Graciela Ocaña, que busca exigir que el subte de la Ciudad de Buenos Aires cuente con vagones exclusivos para las mujeres. con el fin de evitar el acoso sexual físico y verbal que padecemos en el transporte público. Es una idea con una fundamentación peligrosa: insistir en que las mujeres tenemos que limitarnos y privarnos de usar los espacios públicos, con el fin de estar seguras, es desviar la discusión de donde realmente debe darse: que todas y todos podamos hacer uso de los espacios públicos con respeto y equidad”, remarcan.