Patricia Walsh llegó a la entrevista con su traje gris, pelo negro y polera blanca. Se veía real en los afiches de enfrente en los que se la veía igual que teniendola enfrente. Ella se reía de un meeting de asesores de imagen que había reunido el diario “La Nación” en donde le aconsejaban desmecharse el pelo y ponerse ropa color pastel. Walsh no sería Walsh decía ella. De oscuro.

Todos/as los candidatos dispararon parrafadas largas, sentidas y verborrágicas ante la pregunta por sus hijos. En las madres es un clásico y en los padres las ganas de hablar de sus hijos parecen asentar los cambios en la nueva paternidad.

Aníbal Ibarra no solamente habló orgulloso de la relación con sus hijos, sino también del equipo que formó con su ex mujer. Con ella estuvo casado, divorciado con papeles, vuelto a juntar y vuelto a separar. Sin embargo –asegura– nunca podrían hacerle campaña sucia con su ex. Con ella se lleva bien, comparten fiestas y poartidos de los chicos y ella suele, incluso, defenderlo publicamente. Otros candidatos no podrían decir lo mismo...

Los tiempos han cambiado. Todos los primeros candidatos a legisladores están separados. La única felizmente casada (y en primeras nupcias) es la más fielmente feminista, Diana Maffía. Narodowsky está casado, pero por segunda vez y Patricia Walsh está en pareja, aunque sin convivencia. “Mi marido es un amor”, apunta Maffía, tan acostumbrada a pensar y escuchar como desacostumbrada a campañas políticas, chicanas y manejos electorales a los que todavía –asegura– le cuesta acostumbrarse.

Mariano Narodowsky sorprendió hablando de género. Contó que aprendió a ser un varón moderno en la Universidad de Quilmes donde estudió el tema de masculinidad y la educación física. A pesar que el PRO no quiso incluir la perspectiva de género en la Ley de Educación Sexual él dice que está convencido de la influencia de la cultura en la formación de varones y mujeres, pero dice que no todo el mundo tiene que compartir esta perspectiva. Eso sí: avisó que Macri no se iba a enojar tanto con su discurso de género como con su propuesta de darles transporte escolar gratis a los porteños para aliviar la odisea cotidiana de las mujeres de trabajar y organizar el cuidado de sus hijos.