De aquellas polémicas que supieron formarse en torno de la aparición de los medios en nuestro país, donde los protagonistas de la vida política argentina se expresaban y chicaneaban creando contrapuntos históricos como los de Sarmiento y Alberdi, la historia de la opinión pública pasó, con muchas escalas, a la vertiginosa catarata informativa que hoy conocemos. Pero dentro de la esfera pública (y alinéandose totalmente con la era digital) hay un espacio en donde puede polemizarse con fuerza y con un ida y vuelta a sólo un click de distancia: son los blogs políticos.

No podría haber resultado más oportuno que los recientes días calientes para la política argentina, el momento elegido por los autores del blog colectivo La Barbarie (http://labarbarie.com.ar) para realizar la mesa de debate sobre Blogs y Esfera Pública que se realizó en la Universidad Di Tella. El encuentro, que en rigor estuvo organizado por el Centro de Estudios de la Vida Pública de la Universidad de San Martín y por la Universidad Di Tella, tuvo un panel compuesto por el alma mater de La Barbarie, María Esperanza Casullo, el diputado Claudio Morgado, el periodista Mario Wainfeld y la investigadora social, Catalina Smulovitz.

Casullo, que acaba de gestar otro blog colectivo denominado ArtePolítica (http://artepolitica.com), resaltó la posibilidad que ofrecen los blogs de poder crearse casi sin conocimientos tecnológicos, la capacidad de levantar polémicas, de reproducirse al ser “linkeados” por otros sitios, y la relación complementaria (según su visión) de los blogs con los grandes medios.

El diputado Claudio Morgado habló de su experiencia con la enorme polémica que desató en torno al tema de la posibilidad de implementar el canon digital en la Argentina.

Smulovitz se refirió, precisamente, a la conversación de “notables” en las bitácoras y resaltó el carácter de espontaneidad, “como de graffiti de baño” que suelen acompañar las opiniones digitales.

Mario Wainfeld, quien se asumió consumidor “reciente y voraz” de blogs (“que me insumen un montón de tiempo que no sé a qué le dedicaba antes”, comentó, entre las risas del auditorio), confesó no entender por qué se compara tanto a las bitácoras con los diarios en vez de con la radio, cuando los comentarios de los blogs tienen (según él) tanto de parecido con los comentarios de los oyentes en los programas radiales. “Con Internet viene una cantidad de variables que nadie ha imaginado y que nadie está en condiciones de profetizar. De momento —en la foto de algo que no quedará estático— hay en la blogósfera política, un debate cotidiano que estimula.”

Luego de las exposiciones, llegó el ida y vuelta con el público en el que no faltaron el reciente debate entre el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, y su opinión crítica hacia los blogs; los post más leídos durante las recientes manifestaciones de cacerolazos y también de apoyos al Gobierno. Sobre el final, como quien suelta una confesión de sobremesa, Wainfeld contó lo importante que le resultó para enriquecer su propia reflexión, durante estos últimos días, sentarse a leer blogs y, como una suerte de gimnasia, ejercitar la discusión política desde allí.