Viernes, 18 de noviembre de 2011 | Hoy
MONDO FISHION
Por Victoria Lescano
Mientras que en el epicentro de Palermo, las firmas acostumbran cortar calles, improvisar vallados o recurrir a invitaciones rimbombantes, un miércoles por la noche, puertas adentro del hogar y showroom de la avenida Scalabrini Ortiz 2434, que cobija a Esi, la firma de Cecilia Fernández, transcurría una presentación de moda intimista. Con su corte de pelo garçon con matices punk, los ojos delineados de modo tal que simulaban puntos, un vestido color mora y casi como un accesorio o las muñecas o los osos que suelen abrazar las niñas, llevaba en brazos al perro Polo (vestido para la ocasión con un moño de algún frac y una cadenita símil joya).
Alguien servía bocados venezolanos y también copas de chardonnay o malbec. La cantante María Ezquiaga –vestido gris con volúmenes que simulaban bordados y etiqueta Esi– y Jimena López Chaplin –top de seda azul y falda recta corta– conversaban en los silloncitos blancos, antes de dar un show acústico (la diseñadora suele vestirlas en sus presentaciones junto a “Varias Artistas”) que aplaudieron y celebraron los presentes y con ladridos festivos celebró también el can.
Los exhibidores de la boutique hogareña, contiguos al comedor y a la mesa de trabajo de la diseñadora, resumían los lineamientos para la colección de verano 2012 ideados por Esi: vestidos de línea A con referencias a atavíos de ballerinas, pantalones palazzo, chaquetas derivadas de la mítica Chanel.
Sin duda, la suya es sastrería aprendida en cursos de vestuario y escenografía teatral, además de un año de trabajo junto al diseñador Mariano Toledo, que se complementó con desarrollo de telones y parafernalia para De la Guarda. Aunque, según cuenta la diseñadora, “vengo de Bellas Artes, soy maestra de plástica. Cuando termine trabajé durante un tiempo como docente mientras estudiaba escenografía y vestuario, hacía también cursos de ilustración y de historieta. El diseño siempre estuvo presente: mi papá es arquitecto y mi mamá es diseñadora gráfica, mientras que mis cinco hermanos también estudiaron bellas artes y luego cada uno puso foco en el maquillaje, la producción de moda, la fotografía, la pintura y la música. Siempre me gustó la moda. Recuerdo cuando de muy chica y con todos mis ahorros me fui a comprar telas al Once, rescaté moldes de una mercería del barrio y me puse a coser a mano”.
–Siempre trabajé en mi casa, primero en mi ph de Mataderos, que explotaba de moldes y de telas, luego con reuniones de ventas en el departamento de mi hermana en Villa Crespo. Pero cuando el año pasado pedí un préstamo para hacer una colección más grande, en la búsqueda del showroom apareció este departamento y como se me iban los números decidí también mudar mi hogar.
–Surgió de una letra de Miguel Abuelo: “Aquí estoy parado, sentado”. Siempre lo escuché, pero luego de ver su documental, Buen día, día, con sus letras, la música y su gran presencia terminó pintando mi mundo. Considero que el cambio de piel se trasladó a la tipología del vestido évasée, que está muy presente en la colección.
–Creo que apareció de tanto mirar moda, porque generalmente no sigo una tendencia, hago con la moda lo que tengo ganas de expresar. Aunque debo confesar que el estilo marinero me encanta, siempre fui fan de Popeye y de Olivia. Creo que mi versión es completamente libre –corresponde describir que las rayas aparecen por debajo de faldas de tul y a lo ancho de vestiditos que adorarían usar las protagonistas de la serie Mad Men–.
–Para mí es el nuevo básico, ya que cuando lo lancé, en invierno, fue una prenda muy celebrada, se lo llevaron clientas de todas las edades y considero que cada una le dio diferentes usos, acorde con sus vidas y su estilo.
Más información: www.esifernandez.com.ar
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